sábado, 12 de noviembre de 2011 in

Y el “primo Juan Ignacio” ¿se imaginaba lo de hoy?


La Medusa Paca recuerda este partido al detalle, era la segunda jornada de la pasada temporada y se venía de ganar fuera, nada más y nada menos que al Xerez Deportivo y por un 1 – 4 de los de historia. Hay que recordar que a los jerezanos los entrenaba un tal Javi López. ¿Lo conocen?
Recuerdo que no hubo duelo entre Etxeita  y Toché por lo que nos quedamos con las ganas. Etxeita no jugó.

Recuerdo que, cuando dábamos el empate por bueno, apareció  un tal Wakaso, en galopante carrera, siendo decisivo para que Linares marcase el 0 – 1. Todo se acabó, fue en el minuto 90.
Y luego vinieron las tópicas declaraciones de los primos en fundido abrazo: 

Esto no ha hecho más que empezar, pero sí que es una inyección importante de moral para el grupo. Tenemos que tener los pies en el suelo, porque esta competición es muy larga”; Comentó el primo Bordalás.
  
“Se esfuerzan por mantenerlo en las mejores condiciones, pero hasta que no hagan la resiembra y quiten las matas malas vamos a estar así. De todas formas, no quiero poner excusas”. Manifestó JIM, el primo, poniéndole todas las pegas al campo.

¿Por qué será? Que eso de la resiembra y lo de las matas malas me recuerda que la Liga Adelante comienza.

PEDRO ROBERTO J.P. hoy en Villamediana de Iregua

Y el “primo Juan Ignacio” ¿se imaginaba lo de hoy?

04 septiembre 2010/22:50 horas
Última actualización 04/09/2010@23:28:45 GMT+1


“Cuéntame que te pasó
Cuéntame que te pasó
que estaba allá en la playa
recogiendo la aguakita
y vino una avispita y
me picó ¡Ay! ¡Ay!”.
(Manhattan Transfer)


Esta mañana, muy de mañana, al ir a comprar los diarios, en el trayecto del paseo he recordado a García Márquez cuando sentenció eso de que la vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.

Presenciando el Cartagena –Elche de hoy desde este mi Rincón para Doce y el de ustedes también, amables lectores, me ha venido a la memoria la primera vez que visité Elche y que me senté en la gradona del viejo Altabix para presenciar un Elche-Atlético de Madrid, fue un 23 de diciembre de 1963. Iban a ser vacaciones de Navidad, de hecho ya lo eran, y había vuelto a casa y quizás como premio a las calificaciones del primer trimestre me llevaron a presenciar un partido de Primera División, ilusión juvenil de mi vida y de cualquier zagal de ahora y de siempre.

Fueron tiempos para los frangiverdes de: Pazos, Iborra, Cardona, Eulogio Martínez, Lezcano y Romero y para los rojiblancos de: Madinabeytia; Rivilla, Griffa, Calleja, Adelardo, y Collar. ¿Cuántos miles de euros valdrían hoy estos futbolistas?

¿Por qué esto se ha asomado a la ventana de mi memoria? Porque es misión del articulista narrar sentimientos, no sólo de lo que presencia y observa en vivo y en directo, esta tarde demasiado poco, sino de lo vivido, sentido y añorado.

Dos recuerdos han aflorado a lo largo del partido: El recuerdo de ese Elche de camisetas blancas con una franja verde horizontal, ¡todo un franjiverde en primera! Hoy desaparecidas, por aquello del merchandising, del vestido clásico. El segundo, que no me impresionó su estadio para ser de primera, tanto sus gradas como las dimensiones del terreno de juego eran muy semejantes a las de mí querido Almarjal. Sus graderíos eran tan encimistas como el nuestro, donde los linieres corriendo la banda, a escasamente un metro del respetable, eran jaleados, y de qué maneras, por los incansables aficionados. Hoy los describiríamos, sin que nadie se sienta ofendido, como auténticas ratoneras para cualquier equipo que allí se metiera y para cualquier árbitro que allí se atreviera a pitar un partido. Con todo, mis recuerdos de esos viejos Altabix y Almarjal, vetustos ellos, sí, pero muy agradables y hasta nostálgicos, diría yo.

En la tarde de hoy el Elche ha vuelto a ser el equipo “maldito” que, el año pasado, lo mismo que hoy, ha salido del Cartagonova lanzado hacia las estrellas.

F. C. CARTAGENA 0 – ELCHE 1



Todavía recuerdo la alineación del año pasado con Tato y JC Moreno, de mano, ¡Puf! Aún contemplo las caras y resuenan en mis oídos los comentarios de los aficionados en la grada en aquella mañana del soleado Domingo de Ramos, ¿te acuerdas Gregorio? Y éste fue el título de mi artículo de aquel día: “El Cartagonova pudo batir palmas en un Domingo de Ramos de Ensueño”.

Hoy no ha habido palmas, pero si algarabía, murmullos jaleados, fútbol o lo que sea demasiado trabado y alguna lagrimita al verificar que se nos iba la imbatibilidad que el año pasado nos acompañó hasta la jornada undécima en la que le endosamos cuatro a los de la huerta.

Hasta que no apareció, minuto diecinueve de la segunda parte, los espectadores no habían echado en falta, para bien, las provocaciones, de un viejo, marrullero y acabado Acciari y nada más aparecer pudo empezar su recital, pero hoy lo he visto sin fuerza.

Me acordé del duelo entre goleadores como fueron Molina y Toché, el de ellos ya no está y, aun estando, seguro, seguro que se hubieran abrazado en el cero a cero del minuto noventa, hasta que Linares nos robó el suspiro del empate, que hubiese sido bueno hasta para que se abrazasen los “primos”.


Aviso para los detractores de Juan Ignacio Martínez, certificado lo de Jerez, el baldón contra el Rayo y lo de la tarde hoy, algunos ya están esperando el tsunami que lo puede ahogar y devolverlo a la orilla para enterrarlo deportivamente junto a algún otro. ¿Por dónde andan, para guarecernos todos?

El Cartagena no ha mandado ni ha tenido o no ha querido el balón, no lo ha acariciado ni se ha sentido a gusto. Han funcionado con algún boleón y arreones y, desde atrás, Longás no ha carburado como el día de Jerez aunque, esporádicamente, aparecían las galopadas de Botelho que tiene piernas, corazón y juventud para hacer mágicas sus incursiones por banda. Puntualizo, este jugador tiene tanta clase como bemoles, pudiendo jugar en cualquier demarcación. Toché  hoy no ha tenido remate, ni tampoco apareció la sabiduría picarona de Víctor, siendo de igual manera escasas las aportaciones de Ander Lafuente y Toni Moral.

No estoy contento, ni muy satisfecho porque, teniendo varios futbolistas para recordar como ídolos, los de la campaña pasada y los de la nueva hornada, me han decepcionado. Han arribado a La Rambla artistas que van a ser vitoreados, coreados, idolatrados, respetados y queridos. Ya sé que vendrán días de rosas y no de espinas para gozar de su juego y cuando lleguen que nos quiten lo bailao, por tanto ¿qué importa lo de hoy?

¡Amigos jugadores y técnicos! A no dormirse, ni caer en holganzas ni en asuetos. Quería estar exultante como todos ustedes, imagino, y, al ser buena hora, me largo para alternar cervecita y almendritas saladas y olvidarme de esta primera amargura liguera.

¿Y del árbitro? Pues que se llama D. Pedro Jesús Pérez Montero, colegiado andaluz, cuentan que es del grupo de los nefastos, para casa, de los que mediatizan el desarrollo de un partido a base de minar tarjeteramente.

Adiós, y ya saben, no tengan miedo, que, apeándonos de la parranda esperaremos a los segundos del Barcelona que, como jueguen como sus hermanos, nuestra victoria será de tocino de cielo.


Pedro-Roberto J.P. hoy en Villamediana de Iregua. Dies9/4: pridie Nonas Septembres.

Fotografías cortesía de Sportcartagena, viñeta de Jotaefe y Texto de La Medusa Paca. Copyright ©

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