Cuando florecen los almendros
Todavía no es primavera y ya han florecido los almendros, soltando un color rosáceo que me envuelve en una especie de ensueño, como si ya hubiera pasado a mejor vida. Los he visto asomar, florecer y perfumar y así está el monte, el campo, “florido y hermoso”, los poderosos árboles y los humildes tomillos, los enebros y las sabinas, los romeros y las aliagas, los robles y las carrascas, las hierbas y los zarzales y los barbechos y todas las plantas que les ha dado por florecer, desde las más rastreras a las más altivas, desde la salvia a la encina, que las encinas también echan flor. Pero de toda la cromoterapia la que más me seduce es la flor del almendro, amén del contraste entre su tronco gris y rugoso con la cristalina transparencia de sus profusas rosas es, sin duda alguna, el mensaje de desprotección con que tanta hermosura se ofrece a mi atónita mirada. La tragedia de ser hoy flor amenazada por los rigores de la estación que la propicia, constituye un permanente desafío a confiarse a los impulsos que la hicieron brotar, recorriendo todo ese proceso (mágico, por más que la ciencia logre explicarlo paso a paso) de precisas y sugerentes transformaciones, que van desde el trabajo hundido de las raíces hasta las airosas ramas donde explota la alquimia de esa subyugante metamorfosis floral. El almendro en flor sabe que no importa morir cuando se ha sido en la vida, en el concierto de todos los seres existentes, lo que se tenía que ser.
Esta primavera, virus aparte, está siendo como las primaveras deben ser, y la tierra proclama su alegría por ello con una resurrección de vida, de olor y de color. Estos últimos días, entre nube y nube, y jugando con la ventolera, asoma ya el picor de calor en la piel. Muy bienvenido será.
Y si de paso achicharra al bicho ese, mejor. Vale.
Flor de almendro 2021
Hay en mi tierra un milagro
que hace enmudecer al cielo...
¡Almendros ya florecidos
en febrero y sus anhelos...!
Flores blancas,
florescencia duraznera.
¡Cómo llenáis las horas
de mi pasar ya sediento,
por abismos y almendreras!
Almendro que hiciste puente
una mañana
entre mi alma y lo eterno,
adornando con tus arcos las ventanas,
miradores y celosías,
como regalo de invierno.
Formasteis un oasis
junto a palmeras datileras,
naranjos y limoneros
mientras allí gorjeaban
garzas reales,
garcetas, avetorillos
martinetes y zorzales.
Hay en mi tierra un milagro
que hace enmudecer al cielo...
¡El almendro florecido
en el corazón de enero...!
PRJP. N.º 15. Cuando florecen los almendros. Febrero 2021.
Texto y fotografías La Medusa Paca. Copyright ©