A la sombra del ciruelo
Hoy, Miércoles de Pasión, ha salido primaveral como la fiesta litúrgica, anunciador de sol suave y viento tibio, avisador de felicidad. Las flores primaverales también han llegado hasta aquí: el azahar, los nazarenos, que en mi pueblo los llamábamos zapatitos del Señor; las jaras blancas; los dientes de león, los jaramagos, las salvias azules, las orquídeas abejas negras, las fumarias…y las flores blancas de aquel ciruelo, que no se si está. Y esa estampa de La Ribera, al sol de la tarde de hoy, es primorosa.
A la sombra del ciruelo
Amo,
ciruelo, tu verdad:
ese grito en que floreces
y el silencio que me das.
Quisiera estar, un buen rato,
no se si estás,
aunque no estés,
junto al ciruelo del huerto del abuelo,
allá en la Fompodrida:
más blanco que la albura,
más limpio que la pureza,
más nuevo que la extrañeza.
Dando alegría a la mañana,
con ese sol naciente,
ánimo a todos los que pasen
que lo admiren,
y enseñando a existir
sin bramidos ni muecas,
incluso sin palabas,
con esa explosión de primavera.
Amo,
ciruelo, tu verdad:
ese grito en que floreces
y el silencio que me das.
PRJP. N.º 14. Desde Garnacha, en el Mar Menor. Marzo de 2023.
Texto y fotografías La Medusa Paca. Copyright ©.
