viernes, 30 de septiembre de 2011 in

PEROGrerías (III)

PEROGrerías (III)

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¿Hechos puntuales? Todos los hechos son puntuales. Con la puntualidad de los hechos.

“Cuanto más pequeño es el corazón del hombre, más odio alberga” (Víctor Hugo). Aquí pequeño quiere decir mezquino, maligno, malvado.
Ya no nos mandan: nos comandan.
El amor no es sólo sentimiento. Como toda acción humana, es a la vez convicción, decisión y sentimiento. El amor es fruto del verbo amar (conocimiento, voluntad, pasión) y no sólo del verbo sentir.

Los señores excelentísimos y eminentísimos no son tan altos como parece.

Lo sorprendente no es que muchos no crean en Dios. Lo sorprendente es que muchos podamos creer en Él.

 “Cuánto mayor es la pobreza, el tiempo nos da poetas” (Hölderlin) Porque también para los tiempos necesitados, indigentes, insuficientes, escasos, exiguos, mezquinos, estrechos y miserables… son los poetas.

A menos cintura, más cinturón.

Sin violencia no valen todas las ideas. Por ejemplo, defender por principio la idea de la violencia.

No es un buen correveidile, si no es a la vez un buen correveidime.

Cuando decimos que alguien ha estado lacónico, lo llamamos literalmente lacedemonio, espartano. 

 Descartes se vio perdido en el mundo y para encontrarse hizo pie en su propio pensamiento: existo porque pienso. No, le replica Ortega: porque existo pienso. Duplicaría quizás Descartes: podría existir sin pensar; sólo porque pienso sé que existo.

Cuando los notables están  ausentes, hasta su ausencia es notable.

Un puñetazo sobre la mesa no es nada, si la madera no retumba con el puñetazo.

Oído de mercader. Cuando pierde el oído, el mercader deviene perfecto.

Las comisiones ministeriales suelen ser un rodeo que se buscan los ministros para aprobar con mayor solemnidad lo que ya habían decidido.

Los deslenguados debieran comer más lenguados.

Un Profesor en un Claustro me interpeló en Euskara: “Zenbat buru, hainbat aburu”: tantas cabezas como opiniones, en español. Pero, literalmente, le contesté, tantas cabezas como cabezonadas.

Un jugador de baloncesto puede ser alguna vez baja, pero bajo… nunca.

Como suele decir Arcadi Espada, hay muchos cálculos biliares. Hay muchos que piensan, proyectan, maquinan (calculan) con la vesícula biliar. ¡Biliosos!

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