Relato de oídas y de subconscientes almacenados
Aquello fue un cataclismo y el FC Cartagena, aquel penúltimo día de febrero, volvió a las andadas completando un pésimo partido en Córdoba y, a pesar de todo, seguía en puestos de promoción de ascenso a 1ª. ¡Madre, qué tiempos!
Después de todo, sólo quedaba una cosa. Se dice en Cartagena, es propia de la tierra, muchos la tienen como autóctona. Ya saben, “los cabreaos al muelle”. Y ése podría ser el dicho que muchos aficionados tendríamos que utilizar para aguantar aquel mal partido, la mala imagen y lo mal que todo salió en Córdoba.
Si, recordando aquello, le añadimos lo de esta temporada La Medusa cree que, si por ello fuera, el muelle comienza a estar bien repleto.
Se me olvidaba, el partido de hoy sólo le interesa al Córdoba,
y si no al tiempo.
EN UN RINCÓN PARA DOCE
Relato de oídas y de
subconscientes almacenados
26 de febrero de 2011 / 22:00
Última actualización 26/02/2011@23:01:07 GMT+1
“Vale más un testigo de vista que diez de oídas”. (Plauto)
Efectivamente. Al no ser testigo directo es muy difícil construir el relato
de lo sucedido esta tarde, aun cuando las “oídas” me han llegado a través de la
audición de Sportcartagena-Radio Unión. No obstante, voy a intentar describir
lo oído mezclándolo con lo imaginado y relatar, abandonado al subconsciente, lo
que en éste haya de posos de partidos vistos y reflexionados anteriormente.
Además como creo recordar que es la tercera vez que escribo distorsionado y sin
imágenes pues a lo dicho y hecho, pecho.
El FC Cartagena se ha presentado en el Nuevo Arcángel después de haber cambiado de rumbo, actitud, hombres y resultados. Esto sucedía la semana pasada. Hoy se ha mostrado sin apetito y con muy poca hambre. Sin hambre de triunfo y glotonería de victoria al no poder o no querer hacer bueno, en su ciudad, a Séneca recordando el dicho de que “El vientre no escucha preceptos”.
El FC Cartagena se ha presentado en el Nuevo Arcángel después de haber cambiado de rumbo, actitud, hombres y resultados. Esto sucedía la semana pasada. Hoy se ha mostrado sin apetito y con muy poca hambre. Sin hambre de triunfo y glotonería de victoria al no poder o no querer hacer bueno, en su ciudad, a Séneca recordando el dicho de que “El vientre no escucha preceptos”.
Los de la Ciudad Trimilenaria no han podido aplicar norma alguna que pueda
contradecirlo. Ellos no han querido ser dueños de nuestra hambre. Allí, en la
califal, se han presentado tan sencillos, tan sobrios, tan humildes, tan
raquíticos, tan disminuidos y tan sin hambre de victoria que, al atardecer, de
regreso a la realidad, han abandonado esas encantadoras tierras entrando en el
profundo y fantástico infantil sueño de alguna leyenda de Las Mil y Una Noches.
¡Son, han sido como niños!
“La feria de los discretos” es la única obra en la que Pío Baroja, su autor, para describir a la Ciudad Califal se asocia con un personaje, llamado Quintín y empaparse en su compañía del embrujo de sus recovecas callejuelas. Hoy, ante la visita de nuestro Cartagena, esta ciudad esplendorosa con los árabes, se ha quedado fascinada por el dormitar en una siesta de siglos por el sin juego, cuentan, mostrado por nuestro equipo.
Quintín no ha sido guía para nuestro equipo. Tampoco héroe, mostrándose carente de energía para poder arremeter contra todos los seres “mezquinos” que pudo encontrarse por el camino.
El paseo, otra vez más, ha terminado en Av. del Arcángel s/n. El FC Cartagena ha recibido las primeras bofetadas de aire caliente del sol primaveral cordobés. Dos goles como dos caños de agua se han derramado en ese río Guadalquivir cantado por Góngora “¡Oh gran río, gran rey de Andalucía, de arenas nobles ya que no doradas!” Y el cronista, desde la lejanía, termina por imaginarse a un Quintín, cicerone turístico, melancólico que, después de su paseo, se ha detenido a pensar si existe algo que merezca la pena. El Icue le ha contestado que sí: tener esperanza y esperar que, los que tiene que salir, salgan de esa crisis de resultados y de juego.
Vencido el invierno nuestro Cartagena no está creciendo y como la primavera está ahí, a veintitrés suspiros, me ha recordado el ficus benjamina que está en el jardín de “Garnacha”, es así como se llama esa mi casita situada en ese rincón con encanto de La Ribera. Hoy no da gloria verlo. Está débil, le falta salud, carece de hojas de verdor brillante y tan lisas que, cuando reverdezcan, parezcan de porcelana.
Este benjamina ha sufrido, mes pasado, tanto o más que mi Cartagena. Hubo un momento en el que un bicho, en pleno invierno, rastreó su tronco y amaneció con una preocupante languidez en las hojas y se le apagó el verdor. ¡Milagro! Ninguna rama se secó. Ahí sigue lánguido. Alguien llegó al jardín y aconsejó su medicina:” Hay que cortar las ramas del árbol junto a la cruz, para así poder salvarlo”. El dueño y señor del jardín dijo que se desvastigara y, ya lo ven, con el primer sol de los últimos días de febrero todavía no ha sacado revitalizadas ramitas del capacho de su vigor. Hoy, el fraileado sigue como un famélico y débil abad.
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Que no deseo olvidarme! ¡Que el FC Cartagena ha vuelto a perder en Córdoba FC por dos goles a cero, superándonos en el gol average, ¡otra semana más sin superarlo! ¡Qué malo y pernicioso es hablar de oídas!
Aquí he oído y olido susurros de agua de flores y frutos. Aquí he oído que, después del partido, los aficionados cartageneros no han podido perfumarse con aceite de violetas y jazmines realzando, orgullosos, la mirada.
Aquí he recordado que, a JIM, no le preocupaba demasiado la coyuntura de jugar en Córdoba sin los dos 'pichichis'. ¡Comprueben como nos ha ido!
“La feria de los discretos” es la única obra en la que Pío Baroja, su autor, para describir a la Ciudad Califal se asocia con un personaje, llamado Quintín y empaparse en su compañía del embrujo de sus recovecas callejuelas. Hoy, ante la visita de nuestro Cartagena, esta ciudad esplendorosa con los árabes, se ha quedado fascinada por el dormitar en una siesta de siglos por el sin juego, cuentan, mostrado por nuestro equipo.
Quintín no ha sido guía para nuestro equipo. Tampoco héroe, mostrándose carente de energía para poder arremeter contra todos los seres “mezquinos” que pudo encontrarse por el camino.
El paseo, otra vez más, ha terminado en Av. del Arcángel s/n. El FC Cartagena ha recibido las primeras bofetadas de aire caliente del sol primaveral cordobés. Dos goles como dos caños de agua se han derramado en ese río Guadalquivir cantado por Góngora “¡Oh gran río, gran rey de Andalucía, de arenas nobles ya que no doradas!” Y el cronista, desde la lejanía, termina por imaginarse a un Quintín, cicerone turístico, melancólico que, después de su paseo, se ha detenido a pensar si existe algo que merezca la pena. El Icue le ha contestado que sí: tener esperanza y esperar que, los que tiene que salir, salgan de esa crisis de resultados y de juego.
Vencido el invierno nuestro Cartagena no está creciendo y como la primavera está ahí, a veintitrés suspiros, me ha recordado el ficus benjamina que está en el jardín de “Garnacha”, es así como se llama esa mi casita situada en ese rincón con encanto de La Ribera. Hoy no da gloria verlo. Está débil, le falta salud, carece de hojas de verdor brillante y tan lisas que, cuando reverdezcan, parezcan de porcelana.
Este benjamina ha sufrido, mes pasado, tanto o más que mi Cartagena. Hubo un momento en el que un bicho, en pleno invierno, rastreó su tronco y amaneció con una preocupante languidez en las hojas y se le apagó el verdor. ¡Milagro! Ninguna rama se secó. Ahí sigue lánguido. Alguien llegó al jardín y aconsejó su medicina:” Hay que cortar las ramas del árbol junto a la cruz, para así poder salvarlo”. El dueño y señor del jardín dijo que se desvastigara y, ya lo ven, con el primer sol de los últimos días de febrero todavía no ha sacado revitalizadas ramitas del capacho de su vigor. Hoy, el fraileado sigue como un famélico y débil abad.
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Que no deseo olvidarme! ¡Que el FC Cartagena ha vuelto a perder en Córdoba FC por dos goles a cero, superándonos en el gol average, ¡otra semana más sin superarlo! ¡Qué malo y pernicioso es hablar de oídas!
Aquí he oído y olido susurros de agua de flores y frutos. Aquí he oído que, después del partido, los aficionados cartageneros no han podido perfumarse con aceite de violetas y jazmines realzando, orgullosos, la mirada.
Aquí he recordado que, a JIM, no le preocupaba demasiado la coyuntura de jugar en Córdoba sin los dos 'pichichis'. ¡Comprueben como nos ha ido!
Aquí me he dado cuenta que, en la plantilla, no hay jugadores válidos para
responder a las exigencias y, además, Goiría no hace goles.
Aquí me quedo pensativo para olvidar a las defensas, mal defendidas, los goles prematuros y la doble actitud que muestra nuestro, vuestro, suyo Cartagena. Una positiva para el Cartagonova y otra negativa, muy negativa para lejos de Benipila.
¡Amigos!, hasta el próximo martes, primero de marzo, si Dios quiere. No tengan miedo. Los aladroques, bien armados y sin tiempo para recuperarse, esperan a los chicharreros. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
Aquí me quedo pensativo para olvidar a las defensas, mal defendidas, los goles prematuros y la doble actitud que muestra nuestro, vuestro, suyo Cartagena. Una positiva para el Cartagonova y otra negativa, muy negativa para lejos de Benipila.
¡Amigos!, hasta el próximo martes, primero de marzo, si Dios quiere. No tengan miedo. Los aladroques, bien armados y sin tiempo para recuperarse, esperan a los chicharreros. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
Pedro-Roberto J.P. hoy en Villamediana
de Iregua. Dies 2/26 ante diem
quartum Kalendas Martias.
logromur@hotmail.com. En Twitter:@Logromur.
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Fotos Sportcartagena,
viñetas Jotaefe y texto La Medusa Paca.
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Pedro-Roberto J.P. hoy en Villamediana de Iregua. Dies 2/26 ante diem quartum Kalendas Martias.
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