domingo, 20 de mayo de 2012 in

Asado a la espalda de una doradita del Mar Menor en mis fogones de Garnacha


Esta mañana está luciendo el día como lucen los días de aquí por estos días de finales de mayo: luminoso, casi brillante, caluroso sin abrasar, transparente, como si fuese una copia de lluvia, recta, afilada, continua, como cuando cae sobre los hierbajos de las dos orillas, y plácido para andar entre mares.

Aquí, entre estos mares, estamos los que estamos por estas fechas, los del jubileo gozoso, los que cada mañana nos saludamos al pasear, nos detenemos para hablar contemplando a ese pescador que trata de atraer, siempre engañándola, a esa Spaurus aurata que también pasea por sus territoriales aguas marmenorenses. 

Aquí la conocen como pececito brillante, plateado, de cuerpo ovalado y comprimido, con mancha dorada entre sus ojos que es la que le da nombre, siempre paseando por las aguas superficiales, poco profundas, tanto de fondos arenosos como de roca, siempre en aguas hipersalinas o simplemente salinas.

Hay quien afirma que es muy apreciada culinariamente, lo afirmo y añado que, extraída de las aguas cálidas del Mar Menor con sus singulares y especificas técnicas y cebos, es sublime cuando, alcanzada esa carne tersa y blanca y con sólo un año de vida, son ideales, aquellas que alcanzan 20 cm, para el consumo. Yo, como si se tratase del tallador de la milicia, he llegado a tallar algún ejemplar un poco mayor y con más de dos kilos, siendo una de éstas la que me servirá para hacerla hoy asada. 

Al terminar el paseo y comprobar lo pescado, quedé insatisfecho. Hubo un inconveniente, me encontré con una gran cantidad de curiosos que, arremolinados en torno a nuestra captura, acabaron molestando a mi amigo el pescador llegando a provocar la rotura de su mejor caña por el pisotón de algún despistado. 


Asado a la espalda de una doradita del Mar Menor en mis fogones de Garnacha

Ingredientes 

1 Dorada de aproximadamente 1 kilo y cuarto o 2 de un poco más de medio kilo, ya limpias de tripa y lavadas. Sublime si es del Mar Menor
1 Cebolla.
2 Tomates.
3 Dientes de ajo.
4 Patatas.
Medio vaso de vino blanco seco, por supuesto de Rioja.
Sal y pimienta molida.
Aceite de oliva.
Perejil y enebro.

Paso a paso que hay quedar para hacer el asado a la espalda de la dorada.

Ponemos una sartén al fuego con un chorro de aceite de oliva, y freímos en primer lugar las patatas, cortadas en rodajas, con un grosor mediano, las sazonamos y dejamos hasta que estén medio hechas.
  • Las sacamos y las colocamos en una fuente de horno, quitamos un poco de aceite de la sartén, y en el que queda freímos los ajos pelados y cortados a rodajitas. Si pueden ser ajetes frescos, que por esta tierra los hay todo el año, será una delicia.
  • A continuación añadimos la cebolla en finas rodajitas, cuando empiecen a estar transparentes añadimos los tomates lavados y troceados, les damos unas vueltas y ponemos todo sobre las patatas.
  • A continuación ponemos encima la dorada, la salpimentamos, regamos con un poquito de aceite, el vino y la metemos a horno previamente calentado a 180 grados aproximadamente unos 25 a 30 minutos,
  • Los colocamos con la piel hacia arriba y seguimos horneando entre 8 y 10 minutos.
  • Un par de minutos antes de que finalice el horneado, añadiremos el perejil y un poquito de eneldo picado si se desea.
  • La retiramos del horno y la serviremos bien calentita acompañándola de la guarnición de patatas
Buen provecho y perfecta travesía.


Texto y Fotografías La Medusa Paca. Copyright ©




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