Reflexiones tras una noche humillante
“En Canarias vamos a disputar la gran
final”, declaraba Juan Ignacio Martínez, por aquellos días entrenador del FC
Cartagena. Fue en la mañana de un martes, se jugaba en jueves, en rueda
de prensa previa a salir para Las Palmas.
“La de Las Palmas no es la última oportunidad para nosotros
porque después quedarán cinco partidos. Yo no tomo el partido del viernes como
la definitiva oportunidad para el Cartagena”. Declaró Carlos Ríos, antes de
salir para Gran Canaria, el pasado jueves.
Ha pasado una temporada y justo, justo, un año y tres días. Estamos
donde solíamos. Hay una sola nota diferenciadora: el año pasado se
hablaba de que el partido lo dilucidarían santeros contra pitonisas, este año nada
de esto se ha mencionado y mira, querida Medusa, que estamos necesitados de
ello.
Les recuerdo que
el desafío esotérico lo ganó el santero guanche, (2- 0), que se trasladó para el
ritual desde la cercana isla de Lanzarote.
¡ Por favor, que esta tarde no pase como aquella que: “Hemos tenido el control del balón y sólo nos
ha faltado hacer gol”!
Desde Villamediana de Iregua y en “Un
Rincón para doce
Reflexiones tras una noche
humillante
12 de mayo de 2011
Última actualización 13/05/2011@00:32:48 GMT+1
“Todos queremos más,
todos queremos más,
todos queremos más
y más y más y mucho más”. (Canción popular)
todos queremos más
y más y más y mucho más”. (Canción popular)
Parafraseando a Ovidio, traslado desde su obra “Fastos” hasta un Rincón
para Doce unas líneas en las que viene a decir para honrar a Floralia lo que
sigue: “Comenzaste en los últimos días de agosto, pasaste a los días de mayo
abarcando todo lo que se va y lo que llega". Precioso resumen de todo lo
que ha supuesto el finiquito y certera estocada asestada en esta noche por la
UD Las Palmas.
Todo lo que ha relucido no ha sido oro. A estas horas de la noche de un jueves, día inhóspito para el futbol, quiero construir una crónica distinta a las que hasta ahora les tenía, queridos lectores, acostumbrados. Leo las pocas notas tomadas del partido y creo que no me he equivocado. No he visto nada de futbol, “ni ná, de ná”. Deprimente. Sin alma y sin criterio. Estoy confuso, confusión sobrevenida no sé si por caminos esotéricos o acarreada por esos aborígenes canarios denominados “guanches” o por santeros, brujos y brujas, espíritus ancestrales, demonios y genios que todos, en hermandad y comunión al dios Acoran, han desviado todas las pocas energías, que a este equipo le quedaban, hacia las "harimaguadas" canarias para, con su ayuda, posiblemente haber logrado la permanencia en esta Liga Adelante.
Todo lo que ha relucido no ha sido oro. A estas horas de la noche de un jueves, día inhóspito para el futbol, quiero construir una crónica distinta a las que hasta ahora les tenía, queridos lectores, acostumbrados. Leo las pocas notas tomadas del partido y creo que no me he equivocado. No he visto nada de futbol, “ni ná, de ná”. Deprimente. Sin alma y sin criterio. Estoy confuso, confusión sobrevenida no sé si por caminos esotéricos o acarreada por esos aborígenes canarios denominados “guanches” o por santeros, brujos y brujas, espíritus ancestrales, demonios y genios que todos, en hermandad y comunión al dios Acoran, han desviado todas las pocas energías, que a este equipo le quedaban, hacia las "harimaguadas" canarias para, con su ayuda, posiblemente haber logrado la permanencia en esta Liga Adelante.
¡Qué difícil es ganar cuando todas las energías han emigrado a no se sabe dónde! Así, enervante, apático, debilitado y decadente se ha mostrado nuestro, vuestro, suyo Cartagena en esta noche, prácticamente como desde la fracasada conquista de Granada con el baño dado por los de Fabri. Bien, en su necesidad, el Las Palmas y francamente mal el FC Cartagena. Perfecto resumen de toda esta temporada que comenzó Paco Gómez “Poniendo muy alto el listón de los rendimientos proclamando las aspiraciones de ascenso del equipo” y se está terminando, humillándonos, con la bien merecida y necesaria victoria de La UD Las Palmas.
Si con el tiempo pierde el niño la inocencia, el joven la cabeza, sus sueños e ideales el adulto y el anciano el valor, la memoria, las fuerzas y la salud… ¡Cuántas más cosas han perdido los aficionados, seguidores, simpatizantes y forofos cartageneristas, con la temporada ya contabilizada, hasta perder la esperanza, otra vez más! Esto ha sido una canallada, es cierto, lo que nos ha hecho el tiempo y su compaña. Pero es ley de fútbol o de vida. ¿O no?
Esta desesperanza canalla se la debemos los cartageneristas a D. Juan Ignacio Martínez Jiménez, simple proyecto de futbolista, que se asomó al club de los entrenadores con cierto caché en la temporada 2002-2005, llegando como entrenador al FC Cartagena en la 2005-2006 con el objetivo de ascenderlo a la Segunda División, perdiendo sorprendentemente, todo hay que decirlo, las opciones de subir. A caballo entre los campos charros y manchegos, temporadas 2007 a 2009, llega de nuevo al FC Cartagena a rebujo de los recuerdos de su anterior estancia y de un excelente fútbol. Este profesional no ha sabido aprovechar tardes de gloria para que la afición pudiese pasearlo a hombros como a un torero. Su curriculum no estaba habilitado para estas hazañas.
Al terminar el día, triste día, me he dado cuenta que, en comparación con la temporada pasada, lo hemos pasado mal, muy mal. Cuatro suspiros, antes que la pasada, han cortado la vida y esperanza nuestra, al entrar desde el uno a tres contra el Decano en respiración asistida. Habrá quien afirme que otros han sufrido más, muchísimo más, sí, pero nosotros podíamos haber disfrutado mucho más. Es la vieja canción: “Todos queremos más”. Esperemos que sea en “el vuelva usted mañana” de Larra.
Con lo de hoy, quiéranlo o no, se cierra un ciclo. Encima de la mesa de la temporada aparecieron los mejores manjares y hasta hubo jamones de muchas jotas. Finalizando ésta hemos tenido que conformarnos, siendo una gran cosa, con torreznos. Éstos eran para el Lazarillo de Tormes, junto con alguna longaniza, pan casi siempre duro y uvas cuando era tiempo, el alimento principal, y durante siglos sustancia principal de nuestras ollas y peroles. El FC Cartagena se nos ha mostrado esta noche como arranciado, no apto para digerirlo como bueno, pasando, de niveles excelsos, a ofrecerse en la mesa como algo aburrido y modesto. Se han dilapidado todos los honores y al anochecer, en mala hora, los torreznos arranciados se han mezclado, como si de una excursión campestre se tratara, con unas patatas “arrugás” que, pudiendo ser revolconas, hubieran hecho feliz las delicias futbolísticas que ya están recién extinguidas.
¡Amigos!, hasta el próximo domingo, si Dios quiere. No tengan miedo. Que estamos en las jornadas de la basura que para nada nos interesan. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
Pedro-Roberto J.P. hoy desde
Villamediana de Iregua. Dies 5/12 ante diem
quartum Idus Maias.
En Twitter, @; Logromur
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Fotos Sportcartagena
y texto La Medusa Paca. Copyright ©
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