miércoles, 21 de marzo de 2012 in

Txutxi Aranguren

Día 21 de marzo de 2011, la noticia me llegó rápidamente, me la transmitió un amigo que teníamos en común y que juntos habíamos disfrutado en innumerables ocasiones de esas comidas en nuestra Sociedad Gastronómica “Erbentia”: Ha muerto Txutxi Aranguren. Se me cortó el aliento, no reaccioné. Me puse a recordar, escribiendo, alguna de nuestras vivencias e inmediatamente lo mandé, para su publicación, a SPORTACARTAGENA.

Podía haber contado infinidad de anécdotas, vivencias y hasta alguna nimia maledicencia, no me dio la gana. Eso queda en el pudor de los que las vivimos frente a una buena merluza a la sidra preparada por el gran Manero y acompañada por las chistosas risotadas de Emilín. Esas cosas, es mi estilo, no se cuentan, se viven y a otra cosa.

Ha pasado un año, “cómo se pasa la vida/cómo se viene la muerte/tan callando”, querido amigo, y yo sí te quiero recordar desde esta Medusa  y lo hago con estas dos fotografías que, aunque cedidas por Abel F. Ros, también forman parte de tu recuerdo en mi archivo.

Mi edad me permite con frecuencia darme cuenta de la facilidad con que la gente olvida. Y según pasan los días, rincones de dos ciudades, Cartagena y Logroño, Logroño y Cartagena me traen a la memoria deliciosos momentos compartidos con el amigo. Y son, precisamente, algunos de esos momentos los que me vuelven a traer la desazón y el asombro por la ausencia del recuerdo que algunas personas e instituciones están teniendo hacia tí, ese olvido, aun siendo importante, no ennoblece ese respeto y cariño especial que se te tenía en estas dos ciudades.


Desde Villamediana de Iregua y en “Un Rincón para doce”

Txutxi Aranguren

22 de marzo de 2011 / 17:15
Última actualización 22/03/2011@19:04:05 GMT+1



Voy camino de la tarde
Entre flores de la huerta,
Dejando sobre el camino
El agua de mi tristeza”.(García Lorca)

El otro viaje de Aranguren. (Foto: ABEL F. ROS)
Jesús, te has ido justamente el día en el que la primavera despertaba de su letargo invernal. Te has ido justamente cuando el valle, significado etimológico de tu apellido, se vestía de gala primaveral para transformarse en valle hermoso y lozano. Te has ido en silencio y sin armar ruido y sin bulla como buen arangurendarrés.

Te has marchado con ese señorío de realengo que te proporcionó ese valle de las Encartaciones origen de tu apellido, obligándote a cumplir con el deber de acompañar a tu esposa en esa atención médica rutinaria de su enfermedad que, sintiéndolo o alegrándose, te obligó a abandonar esa profesión de formador de formadores futbolísticos tan querida para ti.

Te has ido dejando rotos por el dolor y envueltos en lágrimas incontenibles a tus compañeros, amigos, aquí se es más amigo que compañero, de correrías futbolísticas, de amistades, sueños y conquistas deportivas profundas.
Te has ido dejando sin compasión a cada uno de los nuestros, a Sáez, a Chechu Rojo, a Goicoetxea y Clemente. A Iribar, a Uriarte, a Echevarría y Argoitia y a Joaquín Negueruela y a Fernando Villamor, aquellos de aquel Club Deportivo Logroñés que ascendiste a Primera División una tarde de Junio, ante el Valencia, con gol de cabeza del gallego Noly, ¿lo recuerdas Casimiro?, marcado con un cabezazo tan fuerte y directo como ese zarpazo traidor con el que tu corazón, grandioso corazón, te ha dejado sin vida y a nosotros sin amigo.

Te has ido ¡Portugalujo! con el dolor, profundo dolor, del “cordobazo”, llevándote hasta el cielo los secretos de porqué ocurrió aquello. Ya no podrás contárnoslo, ni falta que nos hace.

Te has marchado a celebrar allá arriba, con Iriondo, Zarra, Panizo y Gainza aquel doblete de campeón de Copa del Generalísimo, con perdón, de los años 1969 y 1973.

Amigos lectores, en mi lealtad, os voy a rebelar un secreto. Todos los años, cuando se acercaba de su casa de La Manga hacia su Portugalete querido, hacía una parada, aquí en un Rincón para doce, en Villamediana de Iregua, en su Rioja tan bien querida, para saludar a los amigos y comer en la Bodega. Decías, muy bien, que era tu lugar predilecto para saludar a los amigos, mantener nuestra amistad y hablar de lo humano, más que de lo divino, en torno a un buen vino y un simple guiso de patatas con chorizo, bien picante, decías con tu fina ironía y tu grandioso humor. Estoy seguro que ya te habrás encontrado, allí donde estés, con alguno de esos contertulios-comensales y, todos juntos, lo habréis vuelto a celebrar con Julián, Félix, Cesáreo, Caparrones y fundamentalmente Joaquín.

Te recuerdo en derredor de una gavilla de sarmientos preparada para colocar las parrillas y encima de ellas unas buenas chuletas de cordero, un buen jarro de vino y unos pimientos del piquillo, ¡cómo te gustaban!, prestos para ser asados.

Recuerdo dos días memorables, el primero después de la depresiva frustración y tristeza del día del dichoso y maldito “cordobazo”. ¡Cómo te marcó ese día! Fue un día obsesivo del que no pudiste desprenderte para colgarlo en el quicio de la puerta de los olvidos.

El otro, fue días después al ascenso del Logroñés, día distinto al anterior, aquí corrió el vino y las viandas se deshicieron en gloria al marcar un hito en la historia de ese club hoy tristemente desaparecido. Hubo sonrisas, cantos, camaradería, buen humor, y hasta una partida de mus que por cierto perdiste, en las que participabas y acrecentabas. Fue en un txoko, aquí ya sabes, somos riojanos, llamamos sociedad gastronómica. La sociedad Erbentia de la calle Herrerías. Te gustaba más la bodega que las sociedades gastronómicas y éstas, tanto o más que los txokos. Disfrutabas de la comida y de la amistad como del juego, sin grandes alardes.

Estoy seguro que, donde te encuentres, nos seguirás representando con la misma grandeza. Buen embajador, amigo. Uno de los nuestros. Y de los mejores, pero ha sido demasiado pronto.

Te has ido como jugaste en el campo, no sobresaliendo, confiando en tu defensiva posición cerrando muy bien tu lateral, que de nada te ha servido. Txutxi, tu que no eras un hombre arriesgado y que dabas importancia al aspecto defensivo, te cuidabas, prefiriendo quedarte en tu posición, que tampoco te ha servido. Jugabas sencillo y entrabas fuerte. Apostaste por la vida y te ha llevado la muerte en el silencio que tanto cultivaste. Los rivales no querían encontrarse en tu camino y ayer te los encontraste a muchos de ellos que te precedieron.

Adiós amigo, adiós deportista, adiós entrenador, adiós hombre alegre, aun pareciendo serio, adiós ejemplo de humildad, adiós hombre disciplinado, sacrificado y compañero. Descansa en ese valle hermoso y profundo que ayer te abrió sus puertas al mismo tiempo que a la primavera.

¡Icue!, hala majete, adiós, y a ustedes, pacientes veedores de este ventanuco, decirles que, aunque nos embarga la tristeza, la luz de Aranguren iluminará nuestra ilusión. No es mucho pedir, Icue, no es mucho pedir. Feliz semana, feliz, muy feliz.

Pedro-Roberto J.P. hoy en Villamediana de Iregua. Dies 3/22 ante diem undecimum Kalendas Apriles.
Después del Cordobazo. (Foto: ABEL F. ROS)

Fotos de Abel F. Ros y texto La Medusa Paca . Copyright © 

Leave a Reply

Con la tecnología de Blogger.

Seguidores