sábado, 20 de octubre de 2012 in

Camino



Camino


 Por un camino encontré
a un pobre mendigo y ciego,
marchaba erguido y su palo
golpeaba fuerte el suelo.

Iba sin vacilaciones,
con los ojos muy abiertos,
cual si en ellos recibiera
todo el azul de los cielos.

Creo, no sé, me parece
que escuché su canturreo,
coplas de felicidad,
de amores y de contentos.

Su perro correteaba
sin la cadena en el cuello,
ladrando también al aire
sus coplillas de consuelo
-¡Pluto! Le llamaba el mendigo,
y Pluto volvía corriendo,
que el emperador de pobres
era su más dulce sueño…

Vi que la noche en los ojos
no es suspiro para el pecho
que siente amores extraños
también llenos de contentos.

La luz del alma no es luz,
sus soles y sus luceros
son como flores mimosas
que las enmustia hasta el viento.

La luz del alma, tal vez
sea un verso, sea un rezo
sean…las luces del justo
cuando muerto llega al cielo.


Nº 24-PRJP. Villamediana de Iregua; otoño 2012.
Texto y Fotografías La Medusa Paca. Copyright ©

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