viernes, 13 de abril de 2012 in

¡Viva San Crispín!

Dijeron las crónicas que Víctor estuvo genial y ejemplar; que jamás el FC Cartagena había vencido en Elche en Segunda y lo consiguió aquel sábado de febrero; que Juan Ignacio con este partido le ganaba por primera vez la partida a su primo Pepe Bordalás; que la afición cartagenerista volvió a disfrutar, y de qué manera, en el Martínez Valero y que los seguidores albinegros, producto de la efesemanía, en número aproximado de un millar, alentaron y animaron como siempre, o más que siempre, regresando más felices que nunca.

Se escribió que el partido, globalmente nivelado, se encontró con un futbolista sólido, astuto, de enorme y extraordinaria calidad que despachó el partido con un golazo en un momento clave; que todo parecía definitivo cuando apareció Rodri, un debutante, sirvió un balón al área, tras un error defensivo de los ilicitanos, y Víctor, sobre la marcha, elevó con la pierna derecha el balón sorprendiendo a Willy Caballero con un gol de muchos quilates.

Esto fue en febrero de la pasada temporada. Hoy ya no estará Victor y seguro lo echamos en falta. Si hay una falta máxima, añoraremos su maestría. Lo veremos unos en el estadio ilicitano y, otros con un asiático, delante del televisor. La Medusa, como el año pasado, se encomienda a San Crispín. 



EN UN RINCÓN PARA DOCE
¡Viva San Crispín!
5 de febrero de 2011 / 22:30 horas
Última actualización 05/02/2011@22:34:53 GMT+1


“Casamientos de parientes
tienen mil inconvenientes”.
(D. Quijote de la Mancha)
Recuerdo aquel Altabix vetusto y nuestro viejo y encantador Almarjal con arboleda delante de la portería norte y aquellos sus vestuarios, con su mini-patio de calentamiento situado en el córner izquierdo de la portería sur. Dos campos de juego en los que ambos clubes vivieron etapas doradas y enfrentamientos de rivalidad indescriptible. Ambos pasaron a la historia, como tantos jugadores, como tantas cosas y como tantas vivencias que transitaron con nosotros mismos.

Recuerdo que, tras descender en 1978 a Segunda División, el Elche ha tenido tan sólo dos fugaces regresos a la máxima categoría: en 1984, con jugadores como López Pérez y Casimiro Torres, que el articulista, más tarde, se los encontraría en su travesía en el CD Logroñés y en 1988, con Del Barrio y Robi como jugadores más destacados y dirigidos por ese viejo plateado de Felipe Mesones.

Recuerdo un veinticuatro de enero de 1988. Temporada en la que los ilicitanos ascendieron por última vez en su historia a la primera división. El Elche se proclamó campeón de invierno venciendo al entonces Cartagena FC por tres goles a cero y debutando como nuevo técnico cartagenerista Pedro Mª Uribarri. El Elche, con triunfo holgado ante el Cartagena en un partido flojísimo, despidió la primera vuelta.

Los niños de aquella generación, como los de otras más, acudíamos a los partidos con aquellas bolsas anaranjadas llenas de "Conguitos" que todavía tienen reservado un lugar en nuestra memoria y un "huequecito" para la nostalgia. Aquellos cacahuetes, bañados en chocolate, formaron parte de las golosinas de la época, junto a los chicles "Bazooka", o las pipas "Churruca".

ELCHE CF 1-FC CARTAGENA 2.

Me alegro, nos alegramos, ¡Viva San Crispín! Ellos lloran. Se ha roto la racha. El FC. Cartagena ha dejado de perder en Elche. Nunca antes, en esta categoría y en la ciudad del calzado, había ganado. Nueve enfrentamientos, balance bastante negativo para los blanquinegros, sólo cuatro empates, el resto, derrotas.

El FC Cartagena se mantiene estable, saliendo de su respiración asistida. En esta ciudad, donde somos tan dados a la elegía y a la endecha, se habrá visto el partido de esta tarde como un gran éxito y no ha sido para tanto. Terminada la cuesta de la crisis todo, después de lo de hoy, empieza a regirse por el principio de lo mejor. A Juan Ignacio de nuevo y después de lo de esta tarde, casi primaveral, le va a resultar muy fácil sujetar el lobo por las orejas. El articulista observa que su poder se va adecentando; va mostrando su fortaleza aunque al comprobar la alineación inicial lo he vuelto a ver contradictorio en su confección.

San Crispín, por cierto, patrón de los zapateros, convencía a los pobres arreglándoles los zapatos de balde. Esta tarde se ha sentado en su banqueta para colocar nuevas suelas y entregárselas a algunos de los jugadores cartageneros perfectamente arregladas y engrasadas a pesar de que en estos días ya no se engrasan con sebo de los de antes.

Lo que otros equipos del nivel cartagenerista despachan con goleadas y dominio abrumador del balón, el cuadro de JIM y Paco Gómez lo sacan adelante con actuaciones agónicas y con el brillo individual de ese jovenzuelo jugador llamado Víctor. Las derrotas contra el Rayo Vallecano y las caseras con Celta y Xerez no fueron avisos de accidentes, no, fueron el anuncio de ponerse el buzo de faena para agarrar esta victoria en el Martínez Valero.

El FC Cartagena ha entrado en cordura y juego a ráfagas y ha vencido a los ilicitanos hundiéndolos en una crisis que es más que económica. El triunfo de los cartageneristas ha sido la derrota más dolorosa del primo mayor, por meses, Pepe Bordalás. ¡Cuidado que puede haberse hecho el haraquiri!

Siempre que el Elche CF se enfrenta al Cartagena o viceversa, en cualquiera de las distintas nominaciones que ha lucido a lo largo de toda su historia, me vienen a la memoria infinitos recuerdos, casi todos vividos, de aquellos años en los que ambos equipos se enfrentaban entre sí coincidiendo en la misma categoría.

Esta victoria ha iluminado el debut de Rodri, absolutamente trascendente, una cuestión mayor frente a un horizonte despejado al comprobar el comportamiento que han tenido Casilla, Chus Herrero, la reaparición de Pablo Ruiz y Víctor. ¡Anda que el muchacho se ha puesto nervioso al lanzar el penalti del primer gol cartagenero a pesar del viejo conocido Acciari con sus artes escénicas-tragicómicas intentando desquiciarle! ¡Anda que el zagal lo ha pensado para marcarse esa vaselina y perforar por segunda vez la meta de Willy Caballero! ¿Se habrá acordado hoy, este joven, y habrá querido brindárselo a la fallecida, el pasado jueves, María Schneider? Me lo creo.
Cuando el Martínez Valero, situado en parcela distinta, era Altabix y el Cartagena de Paco Sánchez, Trasante y Sagarduy rendía visita, zapatos y bolsos de señora surcaban aquellos caminos mediterráneos para ver jugar al fútbol y tomarse cumplida venganza de resultados anteriores. Hoy ha sucedido lo mismo con la grandiosa caravana de aficionados. 

¿Y qué decir del árbitro malagueño Melero López, D. Mario? Pues nada, que de nuevo y van… ha sido un arbitraje polémico, complicado y equivocado, porque no sabe.

¡Amigos!, hasta el sábado que viene si Dios quiere. No tengan miedo. Nos acercaremos hasta el Mini Estadio catalán para disfrutar con las mismas delicias con las que nos obsequiaron el pasado once de septiembre. ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!

Pedro-Roberto J.P. hoy en Villamediana de Iregua. Dies 2/5 Nonae Februariae.

Fotos Sportcartagena y texto La Medusa Paca. Copyright ©

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