sábado, 3 de diciembre de 2022 in

BOTE

 

Una mañana temerosa, un poco triste, iba andando entre dos mares, en la sombra indefinida entre el amanecer plomizo y los primeros apuntes del día. Estaba solo. Intenté embutir ese momento en un haiku, pero no pude y ese tanteo quedó en estos ocho versos: que, en medio de la oscuridad, me condujeron hacia el fulgor amarillo de las hojas caídas y la blancura salitrosa, como caminos de luz bajo la espesura; y pensé: a pesar de todo y, aun no sabiendo remar, me dieron ganas de subirme en la barca, despertarla y adentrarme entre los carrizales para contemplar entre aguas los amarillos, ocres, herrumbres, oros, castaños, rojos y el verdiblanco de las hojas de las encañizadas sampedrinas.

 

Bote

 


BOTE

 ¿Remiendan tus cabos

 y las jarcias?

¿Descansas?

 ¿Sueñas?

Quizás añores

bailar sobre las olas,

sentir en el costado

el beso del peligro,

el oscuro presagio del naufragio.

Bote varado:

síndrome del ocaso.

 

PRJP N.º 66. Entre los molinos de Quintín y el de La Calcetera. Lo Pagan 2022.

 

Texto y fotografías La Medusa Paca. Copyright ©

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