Aquellos y estos Reyes
Maíno, Fray Juan Bautista
Pastrana, Guadalajara, 1581 - Madrid, 1649
“Cuando los Reyes vieron al niño
en un portal cerquita de Belén
sin vacilar, el mundo está de fiesta
y cada corazón le canta también.
Zumba, zúmbale al
pandero,
al pandero y al rabel.
Toca, toca la zambomba.
Dale, dale al almirez.” (Villancico popular)
Solía hacer más frío que ahora. Nos salían sabañones en las manos. Y nevaba más veces y más copiosamente, tanto que, cuando tratábamos de disfrutar de aquellos días navideños por las calles de nuestro pueblo teníamos que protegernos de aquellos chuzos colgados de los tejados, cual chinchurros. Éramos pobres, piadosos, ingenuos. Disfrutábamos de nuestra niñez y en nuestras casas había algún hueco para algún sollozo, también para algo de júbilo y hasta para amargos silencios. Pero todos creíamos en Dios y adorábamos al Niño de Belén e inquietos, como ahora nuestros nietecillos, esperábamos a los Reyes Magos.
Y estos Reyes de 2022, que
siguen siendo, como ayer, magos, astrólogos, sabios, cultivadores de
ciencias ocultas y que, guiados por una estrella, que solía señalar el
nacimiento de un dios o de un hombre divinizado-, siguen preguntando en
Jerusalén por el rey de los judíos, título que Roma concedió a
Herodes muchos años antes, y que por eso mismo le llenó de turbación.
Como en este enero de 2022 a
mi Medusa ya se le ha agotado la paciencia y aún sigue envuelta en su
ingenuidad se acerca respetuosa y piadosa a los Magos de Oriente, porque
¡amigos! se pongan como se pongan, y crea cada cual en lo que crea- y son muy
libres-, los Reyes siempre serán Magos y vendrán de Oriente en su Epifanía
después de los días de la Navidad, que significa nacimiento. Y ese Nacimiento
no es otro que el de Jesús de Nazaret. Y es por eso por lo que le pedimos,
esperando nos lo traigan, aunque sea de madrugada y con frío y aunque sean unos
versos. Y no será La Medusa quien chafe los sueños de los niños en este su día.
Vale:
El niño Jesús,
desde la cuna,
les dice a los Magos
que traigan vacunas.
Ni oro ni incienso,
ni estrella ni luna…
Para san José,
que traigan vacunas.
La mirra igualmente
es inoportuna.
Para los pastores,
que traigan vacunas.
Para Simeón,
que es viejo y ayuna;
para Ana también,
que lleven vacunas.
Y de residencias
que no quede una
sin que la visiten
y lleven vacunas.
El niño Jesús,
desde la cuna,
les dice a los Magos
que traigan vacunas.
Andrea Mantegna: Mantua1431-1506
Texto La Medusa Paca. Copyright ©
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