Esperando a la puerta
Fotografía tomada del diario ABC
“Tú, a tu casa.
Valiente y sola en tu casa.
A envejecer y a llorar.
Pero la puerta cerrada.
Nunca. Ni muerto ni vivo.
Clavaremos las ventanas.
Y vengan lluvias y noches
sobre las hierbas amargas”. (García Lorca; Bodas de Sangre, cuadro 2º)
Valiente y sola en tu casa.
A envejecer y a llorar.
Pero la puerta cerrada.
Nunca. Ni muerto ni vivo.
Clavaremos las ventanas.
Y vengan lluvias y noches
sobre las hierbas amargas”. (García Lorca; Bodas de Sangre, cuadro 2º)
Ahora que estamos todos en arresto domiciliario y que parece, con la vida en suspenso y la muerte en los talones, que el tiempo se detiene, vuelvo sobre mis pasos poéticos pisando terreno conocido. Me recreo en todo lo que en mayor medida todos estamos viviendo. Me ha parecido que este breve poema puede resultar reflexivo para todos los seguidores de “La Medusa Paca”. Vale.
Esperando
a la puerta
Al
final, todos al convento,
a
la clausura,
a
estas cuatro paredes,
a
la cárcel.
A
la callejuela sin salida,
donde
yo vivo encerrado
con
mi pena
y
mi alegría,
mi
mentira
y mi verdad.
Y
tú, Coronavirus,
perro
rabioso,
esperando,
esperando
a mi puerta,
y
deseando morder.
PRJ.
N.º 8. Confinado en casa por un maldito Coronavirus.
Texto y fotografía La Medusa Paca.
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