! Despierta Grávalos despierta ¡
Grávalos se hace oración,
recogimiento
y fervor,
sintiendo
con sufrimiento
muchas
palabras de amor
y rezos de
sentimiento.
Grávalos es
cofradía,
por
supuesto Humilladero,
lleva
música celestial
y azahar
primaveral.
Parece
que fue ayer, y han pasado tantos años, cuando me asomaba, tembloroso, a esa celosía
de la puerta de madera de su ermita para darle los buenos días o las buenas
tarde-noches, que cualquier hora era buena para saludarla, El tiempo en su
discurrir, mi tiempo, se ha acelerado tanto que, en la distancia, no he dejado de
mirarla hasta ahora, convenientemente, a sus ojos.
De la misma manera que el protagonista de “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez aferraba el recuerdo de su amada en los ríos y montañas de Macondo, yo ato la memoria de mi madre en nuestra Virgen y Señora del Humilladero, Virgen que me revive y me mata, antídoto de mis penas y el veneno que me embriaga.
Yo disfruto de este día viviendo el festivo sueño de mi pueblo, y el de nuestros antepasados. Y si lo pensáis un poco, vosotros también lo hacéis, al igual que nuestros hijos, nietos y bisnietos vivirán los nuestros en el futuro. Y será con ese cierzo que sopla, con ese aire altanero que no desea dejar de empujar aun no siendo invierno, pero vestido con ese atavío de eterna primavera recortando tu silueta de mujer.
! Despierta
Grávalos despierta ¡
! Despierta,
Grávalos, despierta,
es tu día, Humilladero
¡
Mira Madre que yo quiero
morirme de
trabador
que larga ha sido
la espera
para ocupar el varal,
cuantos días han
pasado
de mi ilusión
infantil
agarrado a tu
cendal.
Mi pueblo está en el despertar
de tenaz y larga
espera,
renace la primavera
con flores de mil jazmines
y fragancias de azahar.
El incienso profundiza mis adentros,
el cielo y mar se
afanan en disfrutar,
despiertan en fin
las cofrades,
siervas se llaman
allí,
despierta la
noche, el día,
la ermita, todas las
calles,
hasta el silencio del valle.
es tu día,
Humilladero ¡
Con apremio y con empeño,
abre tus cinco
sentidos
y revive ese gran
sueño
de esta semilla
cofrade
que realza
sentimientos.
de una madre
acongojada,
con el Cristo que
agoniza
de un Cristo que
se le muere
y de un Cristo que
Resucita.
! Despierta, Grávalos, despierta,
es tu día,
Humilladero ¡
Que a tus hijos tú vigilas,
con su presencia,
enardeces,
acariciándote, se emocionan
con tu mudez,
estremeces
con tu olor nos
apasionas
y con tu atracción
enamoras.
! Despierta, Grávalos, despierta,
es tu día,
Humilladero ¡
Ya repica el campanillo,
repican grandes
campanas,
que, gozosa, La
Antigua aguarda,
festiva y con alegría,
la apertura de sus
puertas
y que entre la
Cofradía.
! Despierta, Grávalos, despierta,
es tu día,
Humilladero ¡
Texto y fotografías de La Medusa Paca. Copyright ©.
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