Sol entremares
Orto en las Encañizadas. Región de Murcia
Saliendo estoy en buena hora
sin que el mar muestre su ardora.
Parto a patear el campo ahora,
emerger con gran ventaja
a buscar la zarzamora.
Me ha mandado mi hija María, desde la playa en Galizano, una puesta de sol que me ha motivado a pasear hoy, antes de que el sol se entere, aun habiendo descendido las temperaturas, para fotografiarlo en el Mediterráneo y compararlo en su puesta por las aguas del Cantábrico.
Paseo antes de que la luz haya encendido la aurora para no tropezar con las piedras de las últimas oscuridades. Salgo a caminar cuando todavía la verdura del hortal, los higos y los jínjoles conservan el último frescor de la noche y los emparrados de uva Victoria, con su piel clara, despiertan de ese sueño apagavelas que me motivan para hilar el sol entre mares. Sigo sin explicarme cómo, siendo de tierra adentro y profunda, puedo querer tanto al mar y con tanta pleitesía. Vale.
Sol entremares
Sales sol muy de mañana
¡Viva
el sol!,
escondiéndote de tarde,
¡Viva el sol!
¡Qué mares tan distintos,
qué orto de horizonte,
qué ocaso tan radiante,
dos con la misma ricura,
qué escenas,
de fulgura expectantes!
¡Qué rutilantes colores!
Rojos, naranjas, dorados,
son los colores del cielo
pintando con nueva luz
y hacernos sentir mejor.
Sois como dijo el poeta:
“ese globo de gran fuego”
Sol de orto encañizado,
sol de ocaso en Galizano,
sol de huertas y montañas,
sol de abismos y de llanos,
sol de tu tierra
y mi mar.
¡Qué coyunda compañía
en Cantabria
unida con murcianía!
Sales
sol muy de mañana
¡Viva el sol!,
escondiéndote de tarde,
¡Viva el sol!
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