Vareo/ordeño
Vareo/ordeño
“Olivares, Dios os dé
los eneros de aguaceros,
los agostos de agua al pie,
los vientos primaverales,
vuestras flores racimadas;
y las lluvias otoñales.” (Antonio Machado)
Hago mías estas palabras que en 1912 escribió
Antonio Machado, ya en Baeza.
Para dar a mi espíritu confirmación y paz soy consciente, así lo observo, que el olivar no necesita ni rosas ni claveles: sólo seguir estando, siglo tras siglo, donde lo pusieron. Cruzo las cuestas de Ragudo, hoy ya menos cuestas, y contemplo almendrales, naranjales y limoneros, también olivares. Respiro hondo. A lo lejos se extiende un panorama verde, extenso como el mar, ya cercano. y sé que aún estoy vivo, que de alguna manera estaré vivo siempre como aquellos olivares centenarios de mi Maquiz a punto de desaparecer, o no.
OLIVA
¡Oliva!
Grandes manchas de
olivar.
Olivar, más
olivar,
verdes hileras de
olivos.
Se te ordeña en tu
verdeo
con el
mimo entre los dedos,
desde
tu rama al macaco
no es
necesario el vareo
para
llevarte hasta el saco.
Es
ordeño en la cogienda,
peinando
delicadeza
de
manzanillas, gordales
rapazallas
con verdiales
morrudas
y zorzaleñas,
cornicabras,
aloreñas
junto
a fargas y sevillencas
recogidas
con destreza,
sagrado
fruto de hacienda.
Grandes manchas de
olivar.
Olivar, más olivar,
verdes hileras de
olivos.
¡Oliva!
PRJP. Octubre 2023. Tiempo de verdeo en Garnacha
Texto y fotografías La Medusa Paca. Copyright ©.
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