A dormir, ya están aquí
A dormir, ya están aquí
En esta víspera de Los Reyes Magos, desde la
enjalbegada casa de Garnacha y acicalada de albero, donde tengo la dicha de
habitar, rodeado de mandarinos viejos, olor a reservas de vinos riojanos y con
vistas al que fue brazo de mar llamado Mare Nostrum, por donde navegaban pecios
romanos con Óleum y Triticum, coronado con la imponente atalaya del Carmolí,
por donde en los amaneceres vuelan sonoras grullas que viajan desde Las Salinas
de San Pedro del Pinatar a los sembrados y fértiles huertos del Campo de
Cartagena en busca de alimento, me parece ver vagar el espíritu de los Reyes
Magos en su travesía por tierras murcianas a los que honro y venero.
“Tres Reyes llegaron;
cesa de nevar.
¡La luna le ha visto,
cesa de llorar!
Su llanto de nieve
cuajó en el pinar. (Gloria Fuertes)
La ventana
entreabierta
Una estela
misteriosa
se ha encendido en
el cielo.
Te oirán respirar
más profundo que
nunca,
soñarás tu
esperanza,
le pondrás a
Baltasar
el turrón de
guirlache,
dejarás sin echar
el cerrojo por dentro,
subirás la
persiana,
abrirás las
cortinas,
trabarás
fantasías,
rezarás
padrenuestros
al calor del
pesebre.
Deja abierta esta
noche la ventana,
aunque haya agua
nieve,
vete pronto a la
cama,
cierra fuerte los
ojos,
abre mucho los
sueños.
Cuando frunzas las
sábanas,
un teatro de luces
con la Estrella en
el centro
prenderá los
pasillos,
pasarán la rendija
los tres halos de
magia,
llenarán de deseos
tus espacios
vacíos:
una caja, un
arcón,
el peluche, el
perfume,
los libros, la
ilusión de papás,
la respuesta a tu
carta
que ha dejado
Gaspar,
junto al anciano
Melchor
y querido
Baltasar.
Duérmete, que ya
vienen.
Una estela
misteriosa
se ha encendido en
el cielo.
PRJP.
En Garnacha, en un día de ilusiones y acordándome de todos aquellos que tienen
alma y fantasía de niños.
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