Suplicio
Suplicio
Celenas arpías me braman,
hacendadas de pasión,
lo hacen sin compasión,
y digo que no es verdad,
que fuimos ricos otrora
y pingües en vanidad.
¡Ay si mi madre viviese
y me viniera ayudar!
El dolor era tan cierto
y el frío tan helador
que el humo alimentaba
nuestro tiritar de amor.
Y hasta el sarmiento lloraba,
allá arriba en el fogón,
que nuestras palmas
batían
alrededor del hedor.
¡Ay si mi madre viviese
y me viniera amparar!
Diosas arpías me gritan
y digo que no es verdad,
que fuimos ricos otrora
y faltan a la verdad.
Pasar hambre no pasamos,
pero sí calamidad.
Hubo lloros y hasta afrentas
y dolor de eternidad.
¡Ay si mi madre viviese
para poderlo contar!
PRJP. Nº 8 Junto al Mar
Menor y en el día de los Ángeles Custodios del 2015, que también luce junto al
mar.
Texto y fotos La Medusa. Copyright ©
Leave a Reply