La riqueza del lenguaje: entre el contento y el alumbrao (II)

La Medusa Paca sigue desgranando las cuentas del rosario lingüístico comenzado con el inicio de este blog y le añade, lo prometido es deuda, unas cuantas palabrejas o palabronas o, simplemente, palabras pronunciadas por los labios de la tradición.  

...con el pico caliente, con un pedal del quince, hasta el culo, hasta el ojete, de grana y oro, como un tablón, con una buena melopea, como la Masiel, con la maleta cargada, con una milhoja encima, con asonancia prosaica, con la nariz colorá, con un buen trazo, hecho un vinagre, más pedo que Alfredo, más ciego que Diego, más borracho que Nacho, como una cuba, de castañón, más doblao que un arco, hasta las cartolas, mamado como un perro, por los suelos, con una mierda de infarto, a gusto, con el patín, con la llorona, con una jienda, dándole a la botella, con un viaje a la botella, con el codo empinado, a cuatro patas, haciendo eses, haciendo ochos, con unas copas de más, montado en la uva, pegado al frasco, muy cargao para dar dos viajes, vas con acento portugués, más borracha que Sue Ellen (la de Dallas), con un perdigón debajo del ala, ciego como un piojo, con una pea como un carro-paja, como un cosaco, con anticongelante del bueno, doblao como una alcayata gitana, bebiendo del vaso largo…(con la ayuda de ustedes seguro que continuará)

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