viernes, 29 de enero de 2021 in

Madre

 

 

 

Otro año más y éste ya no es bisiesto. Otro enero y en sus días finales me acerco hacia el recuerdo de mi madre. ¡Ya veis si es la cosecha dulce y grata la que tuviste, oh sembradora de quereres! Y aún me asombra escuchar el pendular de tu vida que es el corazón dentro del pecho. Aquí van, en tu honorable recuerdo, mis versos, versos que nunca tuvieron edad ni entendieron de modas efímeras y vacuas.

 Madre

Los ojos de mi madre

no lloran de consuelo,

no hay lágrima en su llanto,

fue tan grande el dolor

que ya están secos.

 

A mi madre es muy frecuente

mecer en poética cadencia,

es mujer, gran mujer,

amor y esencia,

luz que brilla humilde e inocente

igual que la estrella del poniente;

ahí mi motivo de rimar ausente.

 

Reina mujer, acaso sea carne

unida a un sueño que se pierde lejos,

ignota ternura de amantes consejos,

zalema y promesa que al placer encarne.

 

Verás madre, florecilla delicada,

ilusión que aun flota como quimera,

llama prendida en el alma humana,

ángel sin cuerpo, sombra idealizada,

rima te ofrezco, por ser pura, sincera.

 

Los ojos de mi madre

no lloran de consuelo,

no hay lágrima en su llanto,

fue tan grande el dolor

que ya están secos.

 PRJP. N.º 07. En 29 de enero de 2021. Cuando hace tantos años que te fuiste.

 

Texto y fotografía La Medusa Paca. Copyright ©

 

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