PEROGrerías (V)
PEROGrerías (V)
“Nada importa más a los necios que salir a la calle con las costumbres planchadas,
mezclarse con los otros sin hacer grumos,
ajustarse al patrón ladrillo,
conformar la uniformidad sin grietas a prueba de subconscientes díscolos,
amordazar la personalidad y tirarlo al río con zapatos de cemento”.
mezclarse con los otros sin hacer grumos,
ajustarse al patrón ladrillo,
conformar la uniformidad sin grietas a prueba de subconscientes díscolos,
amordazar la personalidad y tirarlo al río con zapatos de cemento”.
Las magnolias de nuestras calles y jardines guardan aún un cierto carácter sagrado de cuando rodeaban los templos de China, de donde proceden.
¿Y, si, además de gritar “¡que viene el lobo!” -cosa que, por supuesto, no le gusta nada al lobo-, nos pusiéramos todos, además, a ahuyentar los muchos zorros que merodean dentro y fuera de nuestro terruño, con un poco más de esfuerzo, de habilidad y de unión solidaria?
“La absolución del culpable es la condena del juez”, escribió el poeta dramático romano Publius Syrus (85 a.C. – 43 p.C.), célebre por sus frases célebres.
El mito, el mito genuino -lo contrario de lo que suele entenderse como tal- es el lenguaje vivo, pleno, y humano por excelencia. Nos da qué pensar, qué sentir, qué hacer y qué esperar. Es el lenguaje más profundo, aquél que nace de la experiencia decisiva del hombre. El que cambia radicalmente sus relaciones, su estar en el mundo. El que es capaz de transcenderlo también.
¿Quién más des-centrado que un ego-céntrico?
“Un poco horrorizada”, se siente un político español. ¿Se puede estar un poco y a la vez horrorizado?
Muchos creen que semántico es poco menos que romántico.
El colmo de quien desea transformar la realidad es no tomarla en serio.
Fotografías y texto de La Medusa Paca. Copyright ©
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