Píldoras de sabiduría española
El conjuro, Francisco de Goya y Lucientes
Píldoras de sabiduría española
“Paréceme, Sancho, que no hay refrán que no sea
verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia”. (Cervantes)
Esta mañana, resguardándome del frío,
viendo caer la lluvia y sintiendo soplar ese viento helador venido del
norte, me he refugiado en la naturaleza, esa que suena y que hace que el
silencio total no existe y que alguien escribió: “es necesario para el descanso
de la mente”. He querido, cautelosamente, refugiarme en esas frases repetidas
de generación en generación como pequeñas joyas de experiencia cultural,
concentradas en una expresión feliz que resume todo cuanto un pueblo ha
pensado, sufrido o gozado a lo largo de la Historia en la visión sobre cientos
de anécdotas, referencias y significados ocultos que lo trovadores provenzales
llamaron “refrain”, y que condujo al origen de la palabra española “refrán”.
En este rebuscar en las
profundidades experienciales del pueblo sé, lo he experimentado, que el
silencio es un sonido que se escucha cuando no se oye nada; ni un tintineo, ni
un segundero, ni un teclado. Las ciudades y sus ruidos atrofian el oído… y el
ruido está en todas partes. En cláxones y conversaciones, en pantallas y
altavoces, en lo que comemos y olemos.
Hoy, al adentrarme
en la profundidad de los decires de los pueblos, me hubiera gustado cobijarme
en el silencio de esas aldeas y naturalezas que hoy amanecieron nevadas. La
nieve es bonita de ver, pero lo que más impresiona es la quietud que genera a
su alrededor. Ni en los claustros de clausura, en alguno he estado, he oído yo
el sonido del silencio como lo oigo en medio de la nieve. Cuando nieva
desaparecen todos los ruiditos de la naturaleza y reina el silencio en estado
puro. Hay otro momento extraordinario. Es la emoción de descubrir la nieve al
despertar, tras una madrugada heladora. Muchas veces, innumerables, he sentido la
necesidad de despertar a todos los que duermen comunicando la buena nueva.
Funciona. Al primer aviso dan el salto y corren a contemplar el paisaje.
Y aquí estoy,
pensando en la nieve y recopilando, en silencio, esos refranes, almacenes de
sentido común, libros de texto de filosofía práctica y catones de la vida
social y cultural de nuestros poblados y métodos perfectos de pedagogía y
sabiduría popular que acumulan siglos de experiencia. Las paremias, antes que
consejos, son “una forma de asumir lo que nos sobreviene”, para quien decir
algo en forma de proverbio equivale a “salirse de la lengua normal, de todos
los días, para usar una lengua especial” que dota de solemnidad los hechos
cotidianos. Cuando alguien presencia un accidente en la calle y dice: “Van como
van, y pasa lo que pasa”, no significa nada, su valor lingüístico-lógico es
cero, pero con esa repetición está situando los hechos en otro nivel, en un
nivel trascendente”.
Si la lengua fuese un jardín, sería aquel
donde, junto a los podados setos de los usos normativos, crece desde hace
siglos la maleza de un lenguaje oral y salvaje transmitido al margen de la
cultura oficial. Canciones infantiles, refranes, trabalenguas, nanas,
encantamientos y modernos juegos verbales, todos comparten algo que nos ha
estado acompañando desde el primer latido, y cuyo sentido es exclusivo del ser
humano
Más de diez siglos contemplan la
formación, evolución y desarrollo del español. A su riqueza y brillantez han
contribuido los grandes poetas, novelistas, filósofos y políticos. Han sido las
generaciones de campesinos, pastores, herreros, arrieros, abogados, médicos…
quienes han dado vigor y pulso a nuestra lengua. A lo largo del último milenio,
el idioma de Cervantes se ha enriquecido en las ventas, en los campos y en los
lupanares tanto o más que en los libros y legajos. Porque la lengua es un ente
vivo. Y es este concepto de lengua asociada al pueblo el que ahora nos ocupa.
Los refranes y proverbios no pertenecen a ningún autor, ni compilador, ni
institución, sino que nacen del pueblo y, necesariamente, han de volver a él. A
los refranes les cabe otro honor: el de la expresión ajustada de una cultura de
la que el pueblo debería enorgullecerse en lugar de avergonzarse.
Lo que la Medusa aporta hoy es una
simple y breve muestra compilatoria para mostrar el impagable legado de
generaciones pasadas. Ese regusto antiguo y nostálgico que aparece en cada uno
de ellos no es sino el poder de la Historia, el poder de la lengua amasada y
forjada con el curso de los siglos: palabras mil veces repetidas y dichas del
mejor modo que pueden decirse; por eso son permanentes, inalterables, vigentes
y actuales. Están y las he rebuscado en viejos compendios, en el Quijote o en
La Dorotea, en libros especializados, en la Biblia, en la poesía romántica, en
Homero, en antiguas leyendas locales y viajando por la Historia y por esa geografía
española donde se aparecen ya espigadas muestras de la sabiduría popular tal y
como nos ha sido dada desde hace siglos.
Decía mi abuelo Arcadio, hombre muy refranero “No hay refrán que no sea verdadero”, también don Quijote a su escudero Sancho. El refranero es capaz de una manera sintética, breve, concisa, tratar todos los temas posibles. El refrán es simbólico, metafórico, comparativo, descriptivo, jocoso, irónico. utiliza rima en la medida de sus secuencias sintácticas, en grupos fonéticos, todo el repertorio de los poetas y tiene en cuenta la tradición cultural bíblica o religiosa, los usos campesinos, rurales o urbanos, la historia mítica olvidada y las costumbres perdidas como muestran estos estos reducidos ejemplos:
“MÁS VALE PÁJARO EN MANO QUE CIENTO
VOLANDO”. Es mejor
ser realista que incierto soñador.
“ALLÍ DONDE FUERES HAZ LO QUE
VIERES”. Refrán muy
útil para el viajero y trashumante.
“CADA MOCHUELO A SU OLIVO”. Ahora que
es tiempo de tertulia y trasnochos, al amor de la lumbre, no viene mal esta sugerencia
para que cada cual se vaya a
su casa y cada cual se ocupe de lo que le es propio.
“DOS QUE DUERMEN EN EL MISMO
COLCHÓN, SE VUELVEN DE LA MISMA CONDICIÓN”. Intereses y conveniencias que los esposos suelen tener.
“AGUA QUE NO HAS DE BEBER, DÉJALA
CORRER”. Lo que nos
incumbe poco debemos dejarlo pasar y desentendernos.
“DEL DICHO AL HECHO HAY UN TRECHO”. Expresa la diferencia que existe
entre hablar y actuar.
“DEL DECIR AL OBRAR, MIL PASOS HAY
QUE DAR”.
“DEL PENSAR AL HACER HAY CIEN LEGUAS
QUE CORRER”.
“PANZA LLENA Y CORAZÓN CONTENTO, QUE
TODO LO DEMÁS ES CUENTO”. La felicidad para las gentes sabias sólo consiste en poder comer y en
tener el ánimo sosegado.
“NO HAY MAYOR DESPRECIO QUE NO HACER APRECIO.”
Tratar de ignorar la existencia de algo o de alguien para causar un gran daño.
Los estudiosos del tema solemos quejarnos
del lastimoso uso que de la lengua española hacen los jóvenes, palabras
rodeadas de innumerables anglicismos y comodines que parece que no piensan más
que lo que dicen. Sin embargo, en el lenguaje y dichos de nuestros
pueblos hay pensamientos detrás que deben seguir prevaleciendo por siglos y eso
significaría que nuestras queridas gentes y pueblos están latiendo.
La Medusa tiene la esperanza de que los
habitantes de nuestras villas, aldeas, pueblos y ciudades van a seguir usando
el ritmo y la sonoridad de estos aforismos para cualquier fin que les apetezca.
Así ha venido ocurriendo, y así ocurrirá. Y colorín, colorado, este cuento se
ha acabado. Vale.
La gallinita ciega, Francisco de Goya y Lucientes
Texto y fotografías La Medusa Paca. Copyright ©