PEDROSO
PEDROSO
“Podrías esta noche aquí tendido
en blanda y verde hoja dar reposo
al cuerpo flaco, al ánimo afligido.
Y cenaremos bien, que estoy copioso
de maduras manzanas, de castañas
enjertas, y de queso muy sabroso.
Y ya las sombras caen de las montañas
más largas, y convidan al sosiego;
y ya de las aldeas y cabañas
en blanda y verde hoja dar reposo
al cuerpo flaco, al ánimo afligido.
Y cenaremos bien, que estoy copioso
de maduras manzanas, de castañas
enjertas, y de queso muy sabroso.
Y ya las sombras caen de las montañas
más largas, y convidan al sosiego;
y ya de las aldeas y cabañas
despide por los techos humo el fuego”. (Virgilio; Égloga I, 116-123)
Dos leyendas, introducidas en el cuaderno de campo de los viajeros, nos han servido para trasladarnos por la carretera que, siguiendo las instrucciones marcadas en la casilla de camineros situada a mitad de camino en el término municipal de Baños de Río Tobía y guiarnos hasta Pedroso, no sin desviarnos de la que naciendo en Nájera termina en Lerma.
D. Juan Matías de Herce Anguiano, presbítero y nacido en Pedroso en 1786, llegó a escribir en: "Noticia y Compendio Histórico de la muy ilustre villa de Pedroso" lo que a continuación transcribimos de su Villa natal de Pedroso.
"Cuando el patriarca Túbal, nieto de Noé, vino con sus gentes a poblar España en el año 2.800 de la creación del mundo, llegó a las tierras de Cataluña, entróse por el Ebro arriba y llegó a un sitio media legua de Logroño, donde saltaron a tierra con ánimo de poblar en lo montañoso; en cuyo sitio fundaron una población que nominaron Barea y a un río que despeñándose de aquella montaña, hoy Cameros, entra en aquel sitio en el Ebro, llamaron Bero, a cuyo río dieron los romanos el nombre de Irigua... Por este río arriba y en sus montañas por uno y otro lado, poblaron Túbal y sus gentes y de aquí se puede deducir, sin violencia, la fundación de esta antiquísima villa... Aunque hoy niegan los eruditos la venida de Túbal a España y por consiguiente las poblaciones que se le atribuyen... el Doctor Texada, en la vida de Santo Domingo de la Calzada, asienta lo contrario para fundar el origen de Pedroso y ha deducido que Túbal fue su fundador y de toda su serranía... por lo que resulta que la población de Pedroso, en defecto de Túbal, asciende a 1.215 años".
No hace falta que los viajeros manifiesten que, ayer, anduvieron por Pedroso ese pueblo que, según común tradición: “ un valeroso e invicto cántabro se retiró con su familia a este fragoso territorio donde se dio al cultivo de alguna tierra para su manutención y dicen que fue por el año 574, y como un oso a sus sembrados hiciese grave daño, salió a perseguirle muy esforzado y con tal denuedo que logró su intento, matándole y como el cántabro se llamase Pedro, empezaron en los pueblos comarcanos a llamarle Pedro el del oso y de ahí se llamó Pedroso".
Pedroso es un pequeño pueblecito de la sierra riojana, un pueblo solariego, situado en el alto Najerilla, bien cuidado y aseado, con un sin fin de escudos heráldicos colocados y bien conservados en las fachadas de sus casas que, también restauradas, no han dejado que el paso de los años y las inclemencias temporales, que aquí a la orilla de su río azotan fuertemente, hubiesen borrado con su destrucción al estar supeditados a esos fenómenos atmosféricos que aquí fuertemente azotan en ese su relieve ascendente hacia procedentes de las cumbres del Serradero.
Es una villa en la que están censadas hasta seis ermitas, exclusivamente una conservada y las cinco restantes o en escombros o en fase de inanición cultual la que tuvo que lucir, en tiempos, esplendorosa y que tiene por advocación a San Juan.
Sus habitantes han sido muy corteses y atentos con los viajeros, justo hasta que llegó la furgoneta frigorífica en la que llegaba el pescado y otros productos congelados para su alimentación. Es normal, hay que llenar la despensa o el arcón con lo que sea una vez por semana y ayer tocaba.
Si lo anterior fue saludable no menos lo ha sido que un matrimonio lugareño nos contara que el producto con excelencia del lugar, la nuez, posea numerosas propiedades cardiosaludables. Ciertamente los viajeros han comprobado que la nuez es un producto de un tipo de nogal autóctono, pequeña, de cáscara fina y lisa y con tonalidades pardas que antes se producía en nogales “'malnacidos”, en pequeños rincones que sobraban y ahora están ordenados, cuidados para poder producir esa nuez, la nuez de Pedroso, que es el orgullo de los vecinos.
Tantas propiedades tiene, tan cardiosaludable es, que hasta la Organización Nacional de Ciegos le dedicó el cupón del pasado fin de semana con motivo de la celebración de la Feria de la Nuez de pero sobre todo es de Pedroso.
La “Nuez de Pedroso” no es de ahora, es de siempre, tanto que hace ya bastantes años se acercaban desde la cercana Burgos con un camión y se llevaba todas. “Los que se acercaban, metían la mano en el saco, sacaban unas cuantas y les ponían precio”, cuenta a los viajeros un anciano del lugar que al vernos con ganas de preguntarle se acercó hasta los viajeros para contestarles.
Hasta eso cambió. Se creó la asociación cultural “El Nogueral”' que, junto al Ayuntamiento de Pedroso, se encargan de vigilar a lo largo de todo el año la calidad y procedencia de los frutos que se envasan y comercializan con el sello de calidad y una numeración que garantiza su trazabilidad.
Los viajeros, antes de despedirse y dejando que los documentos más antiguos queden guardados en los archivos de Pedroso o donde se encuentren, manifiestan y desean poder volver y averiguar si el nombre de Petroso o Petrosa, término latino que significa pedregoso o peñascoso, es el de su verdadero origen, aquel que, seguramente sus antepasados, cuando llegaron a este lugar y vieron las peñas que sobresalían y las piedras que abundan por todo su término, no encontraron mejor nombre para bautizarlo.
Una vez en ruta a otro encanto de esta tierra y volviendo la vista atrás los viajeros pensaron que cuando llegaran a preparar un postre para celebrarlo colocando en una rebanada de pan de horno de este pueblo un trozo de queso fresco en la base extraer la carne de unas ciruelas claudias y colocar encima las nueces peladas de Pedroso. Y luego, para coronarlo todo, pintarlo con un chorrito de miel”.
Fotografías y texto de La Medusa Paca. Copyright ©
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