He ido mucho a los TOROS
He ido mucho a los TOROS
Cataluña y Barcelona por una sin razón de su ¿modernidad? pondrá esta tarde un broche de…y punto final a lo que debiera ser, sí, sí y sí, Patrimonio de la Humanidad. Pero no, esto es un esperpento, el vómito esperperpéntico de una Comunidad Autónoma por la que dicen, vanagloriándose de ello, entraban los aires de modernidad a nuestra Patria. Pues con su pan tumaca se lo coman, bueno su pan tumaca no, no es de ellos, se lo apropiaron a los emigrantes que acudían de la entonces Murcia y Albacete a moverles los telares de sus hilos para que ellos luciesen esos hermosos paños venidos hoy a menos y, bien que les jode.
Hoy como anuncian los carteles de antaño “con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide, se toreará el último toro en Barcelona”. Los bípedos del tripartito dijeron prohibirlos por razones morales. ¿Será cierto? La Medusa Paca duda de su moralidad, si es que la tienen. Lo que sí sabe es que tienen, como dijo aquel, un problema de esa moralidad que supera aquel 3%.
Dicen que cuando mañana, a la caída de la tarde, el último aficionado salga de la plaza, se hará el silencio para siempre y la Paca, en la distancia, se pondrá a llorar, si el tiempo no lo impide y si lo impide también.
La Medusa Paca he ido mucho a los toros. Mucho. He visto dar seguidas tres medias verónicas en la “Manzanera Logroñesa” a un ángel que esa tarde vestía grana y oro y se llama José Tomás. He visto lidiar como un jabato a Víctor Mendes, bajo el diluvio universal, en la plaza de “La Ribera” antes de ser cubierta. Colaboré, junto a mi padre, a que la Manzanera se rompiese aplaudiendo cuando un pedazo de torero llamado Santiago Martín “El Viti”, con la muleta recogida gancho al cielo, se marchó, pasito a pasito, de frente y por derecho, a encontrarse con el toro. Vi caerse La Ribera cuando Diego Urdiales, frente a “Molinito”, aquel negro entrepelado de Victorino, la tarde 21 de septiembre de 2007 le dio por pintar, de un solo trincherazo, el cartel de toros de la Feria Matea. Y he llorado por dentro al llevarse S. M. El Viti, excelente muletero, la pitada de su vida en media faena de machetazos. Mucho, he ido mucho a los toros, acompañando a mis padres, abonados en el 5 de la antigua Manzanera, sólo, con mi mujer y con mis hijos.
Y como he presenciado muchas corridas de toros digo que lo que va a suceder esta tarde en La Monumental de Barcelona va a ser un esperpento, ha sido y pasará a la historia como el mayor esperpento del mundo. Cuando en Francia se reconocen a los toros como bien de interés cultural nosotros los arrojamos a la profundidad del Tártaro. ¿Qué pasa que los franceses no tienen ni saben de moralidad?
Con la supresión de hoy, en España se profundiza en la diferencia territorial, en Francia por el contrario son símbolo de una identidad común. Aquí dividen, allí unen. Aquí en casa, sus seguidores son proscritos. Más allá de Perpignan, sus intelectuales saben apreciar la cultura. En España todas las ciudades celebran con festejos taurinos sus fiestas desde la noche de los tiempos. En Francia los toros tienen una importante presencia en cuatro regiones del sur (Aquitania, Medios Pirineos, Languedoc-Rosellón y Provenza) y ahora los del 3%, cómo la Fiesta es Española, la clausuran porque les estorba.
Hoy se cierra la Monumental al TORO y torea José Tomás. Dicen que Sabina es amigo y admirador confeso del diestro de Galapagar y, al mismo tiempo, firme defensor de la libertad individual para acudir a la Fiesta de los toros, y se ha significado siempre en su defensa. Me quedo con sus palabras. "El que no quiera ir a los toros, que no vaya. Y que se dejen de tocarnos los cojones”. Y ellos, los de la clausura, ¡Que se queden dentro, encerrados con todos los candados del Condado y que se les atragante su butifarra con mongetes!
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