domingo, 4 de septiembre de 2011 in

COPIA MUY APROXIMADA DEL EQUIPO DE GUARDIOLA


Hoy acude al Cartagonova el Barcelona B, un filial que, según Edgar Forn, “se pasea con ritmo de primer equipo, manda sobre el césped, presiona en todo momento ahogando al rival e impone su filosofía. Una idea de fútbol que cada vez más recuerda al equipo de Guardiola”.
La temporada pasada el juego del F.C. Cartagena les ofuscó y les ensombreció La Diada y eso, que está escrito en SPORTCARTAGENA desde un  once de septiembre de 2011, lo recuerda hoy La Medusa Paca. ¡Recuérdenlo! Merece la pena.

El juego del Cartagena les ofuscó y les ensombreció La Diada

PEDRO ROBERTO J. P.11 septiembre 2010/23:50 horas
Última actualización 12/09/2010@11:47:51 GMT+1


“si un día para mi mal
viene a buscarme la parca.
Empujad al mar mi barca
con un levante otoñal
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas”.
(Joan Manuel Serrat)


He disfrutado, gozado, vibrado y me he emocionado contemplando el juego bonito de mi Cartagena. Lo he contemplado en las alturas, en el Monasterio de Valvanera, en plena montaña, a 1.026 metros de altura sobre el nivel del mar, en la Sierra de San Lorenzo (Sierra de la Demanda) y fresquito y no con el calor que han padecido los del Cartagonova, y viendo juego bonito.

Me he acercado a media mañana a pasar el día, tomar unas notas y adquirir alguna cosilla que durante la próxima les contaré.

Ha tenido que suceder en el mes nueve, día once, del dos mil diez y con el resultado de un cinco-uno. Me apunto a todas estas combinaciones cabalísticas.

Cartagena 5 Barcelona B 1

El mini Barcelona, inquilino del mini estadio, se ha presentado esta tarde en el Cartagonova queriendo emular a sus mayores para, eufóricos, celebrar su Diada y mantenerse en ese puesto de privilegio que hoy deberá abandonar en nuestro favor. Se han marchado cabizbajos y con ese desparpajo de niños escondido en su timidez.

Es costumbre entre los futboleros palabrear diciendo que un equipo no suele conseguir dos victorias consecutivas en casa, el F.C. Cartagena, justamente, lo ha confirmado. Habíamos acumulados dos derrotas, una in extremis, y hace su aparición este Mini Barcelona, el equipo que borda el fútbol, que maneja y triangula deleitando para que los nuestros ganen el primer partido en casa, les atormenten con cinco goles y se sitúen en ese puesto del ramo de la escalera que nos coloca en los puestos de privilegio para, en cualquier jornada, aspirar a todo.

Ambos han llegado con la balanza, referida a goles favorables y en contra, equilibrada, y apareció Cala, ese sevillano con gracia que manifestó en su presentación: “suelo marcar a lo largo de cada temporada entre seis y ocho goles” y de nuevo Toché, y Toni Moral, estrenándose, y Víctor para situarnos entre los goleadores de la división de plata.

Estábamos en el asueto y refrescándonos en las arenas de nuestros cercanos mares, se sorteó el calendario y aparecieron las primeras valoraciones de aquellos que lo iban a padecer, soportar y gozar y, hete aquí que Juan Ignacio Martínez se descolgó con: “A mí no me gusta el calendario”. De repente se le presentaron, delante de sus ojos, esas cuatro primeras jornadas y le parecieron, no como ascender el Tourmalet, sino como subir el Xorret de Catí que, además de ser español, le es cercano y familiar, para permitirle ver qué jugadores pedaleaban en forma y quiénes acusaban este comienzo, complicado, selectivo, pero corto, de forma importante. El temor ya no existe, nos hemos desgastado poco para sujetar lo que pudo ser una escapada para los otros. Aquí estamos, amigo, sumando, de nueve, seis bonificaciones.

Los hermanos menores catalanes fueron a lo largo de esta tarde un sueño roto, un ideal fracasado, un naufragio moral, cosechando una derrota tan distinta de ese clima triunfal, de esa atmósfera impetuosa y alegre con la que se presentaron queriendo impregnarnos de celebración, con naturalidad desenfadada y de optimismo juvenil.

Esta parva de chavales no han podido asediar a los de enfrente más experimentados y éstos con Botelho, Longás y Del Moral juntamente con una defensa casi perfecta, al no ser blanda pero tampoco violenta, les han picado en lo más íntimo del tamo de la impaciencia.

Sin embargo, a juzgar por la avidez con que los 'niños' querían meter la cuchara en la ensaladera del Cartagonova, un tanto ajada y estropeada, yo sospechaba que la pitanza en el estadio no parecía ser gran cosa y me he equivocado, por mucho que desde la ciudad condal vocearan, hasta la ronquera, que el FC. Cartagena era la alacena de la Liga Adelante además del mejor puerto de mar de España.

Los veinteañeros han tenido un problema de orientación. No han encontrado su GPS que les condujese a su juego fácil.

El partido de hoy acepta todo tipo de lecturas. Los catalanes pueden pensar que lo perdieron por su grosera falta de definición, pero también tuvo mucho que ver las facilidades que dieron al Cartagena para abrir el juego, contraatacar y sobre todo para entrar por las bandas. Por ahí se le fue el partido a los de Luis Enrique. Los blanquinegros no les dieron tiempo, en ese territorio, a los Jonathan dos Santos, Tiago, Soriano o Nolito, invitándoles a darse un baño relajante en Cala Reona para que comprobasen que por estos mares, que son los mismos que los suyos, también se esconden calitas con encanto.

Especialmente doloroso resultó el caso de la defensa barcelonista, superada hasta la saciedad por ese Botelho, de carreras infinitas, al que fueron incapaces de tomarle la matrícula en todo el partido. El defensa, potente y decidido correteó para entregar pases de gol como el marcado por Toché y cada vez que trazaba una línea hacia la portería blaugrana el Cartagonova bramaba.
¿Y qué decir del árbitro? Pues nada, que es riojano de buena cepa y debutante en Segunda, que casi lo ha bordado y lo celebro, alegrándome, por riojanismo y cartagenerismo y cuando lea, porque lo va a leer, que esta mañana un riojano, como él, le ha pedido a Nuestra Señora de Valvanera suerte para él y para nuestro, vuestro, suyo, Cartagena se alegrará.

Adiós, ya saben, no tengan miedo y hasta el domingo que viene, si Dios quiere, que con más fuerza, marcharemos camino Soria para enamorarnos y oxigenarnos bajo los pinares.

Pedro-Roberto J.P. hoy en el Monasterio de Valvanera. Dies9/11: ante diem tertium Idus Septembres.

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