El Icue y…y además dos huevos duros
El Icue y…y
además dos huevos duros
“Algunos creen que el
fútbol es una cuestión de vida o muerte. Pero es mucho más importante que eso”. (Hill Shankly, entrenador que fue del Liverpool)
No olvidado el LIMONAZO, ¡bien
Jesús, sobresaliente cum laude!, del martes pasado en el Ramón de Carranza,
ahora mismo, una vez acabado el partido en el Cartagonova, tengo la sensación
de escuchar aquella bocina de Harpo y la voz de Chico emergiendo desde el baúl y
vociferando aquello de “Y DOS HUEVOS DUROS”. Esta es la sensación que me ha
quedado viendo como los jugadores se presentaron sobre el césped del
Cartagonova todos arropaditos, como excitados, perfectamente uniditos, conjuntados,
deseosos de alcanzar ya las glorias del descanso navideño y como queriendo lanzar
sus últimos gritos de hartazgo del cansancio futbolístico de las últimas
semanas.
Y así, como obligados por la
competición, sin hacer mucho ruido y aprovechando los errores
defensivos apareció el algecireño Andújar para condenar por dos veces al FC
Cartagena a otra clásica velada de sufrimiento en El Cartagonova. Nada
extraordinario hizo el FC Cartagena para poner contra las cuerdas a éste su
rival que ya conocía desde aquellos enfrentamientos históricos de principios
del 2000. Nada inaudito. Y así, tranquilitos, se presentaron “los chazirís” en el Cartagonova y, efectivamente, ante el
1-2 con el que terminó el primer tiempo fue entonces cuando, de nuevo, volvió a sonar en mis oídos la
voz de Chico Marx, tras la trompetilla de Harpo, los dos en el baúl, en el camarote: “Y
DOS HUEVOS DUROS”. Y con estas sensaciones y tal y como se iba desarrollando el
partido es cuando verdaderamente recordé aquel encantador diálogo de aquella
grandiosa película, “Una noche en la Ópera”, producida por Irving Thalberg en la que intervenían esos hermanos locos, muy
locos y geniales Hnos. Marx:
“Oye
esclavo.
Diga
¿Qué tenemos para comer?
Todo lo que usted quiera, señor.
Puede tomar jugo de tomate, jugo de naranja, jugo de piña, jugo de uva…
Está bien. Le sacaremos el jugo a la compañía.
Traiga uno de cada. Y dos huevos fritos, dos revueltos, dos pasados por agua
y dos en tortilla. Y también. mek, mek , dos huevos duros...”
Diga
¿Qué tenemos para comer?
Todo lo que usted quiera, señor.
Puede tomar jugo de tomate, jugo de naranja, jugo de piña, jugo de uva…
Está bien. Le sacaremos el jugo a la compañía.
Traiga uno de cada. Y dos huevos fritos, dos revueltos, dos pasados por agua
y dos en tortilla. Y también. mek, mek , dos huevos duros...”
Y
lo reflejado en el diálogo fue lo que el FC Cartagena y el Algeciras CF cocinaron
para que se les atragantase tanto a los cartageneros como a los algecireños, rival que no ofreció absolutamente nada, ese guiso
que ambos se llevaron para sus respectivas bahías. Fue francamente deprimente
pero los dos equipos se repartieron, como los tiempos del partido, esos dos huevos duros, ricos, sabrosos y jugosos para
unos y, blanditos, como pasados por agua, desabridos, insípidos y como con olor
a sulfuroso para los de La Trimilenaria. No ha sido una tarde ni partido excelente,
impecable y sobresaliente, cosa que hubiéramos deseado como precedente a la marcha
hacia el Nou Camp en esos autobuses y tren de la esperanza para allí,
divertirse, disfrutar y gozar participando del espectáculo. Desde que Paco
Gómez no aparece por aquí, gracias y siga ausente, este Cartagena se nos ha ido
ofreciendo como un equipo nuevo y fuerte, con un Fernando en plan espectacular
y algunos jugadores como Limones, Marcos Rodriguez, Fede, De Lerma, Mejías
Antoñito, Carlos David y Mariano tratando de reforzar el objetivo, que no
promesa, de llegar a jugar la fase de ascenso para alcanzar esa Liga Adelante
que jamás debió perderse. Esta tarde no, no ha sido así, solo aparecieron el
goleador Fernando, un poco de Mejías, alguna carrera de Antoñito y el bueno de
Limones. El resto han desaparecido y hasta han llegado a estar, tapados, ausentados,
oscuros y hasta fallones. Es como si se hubiesen plantado y nos hubiesen
lanzado a la afición aquello de ¡despacio y cuidado!, todavía falta hasta que
lleguen los días de mayo.
Esta tarde y contra los
algecireños y ante tal negrura, apareció poco fútbol y sí demasiados arreones.
La pareja del epicentro blanquinegro desapareció. No tuvimos ese jugador “GPS”
necesario para enfríar las acometidas del rival, ni tampoco se vio a ese jugador-enlace
capaz de dejar el sello de su juego y técnica. Me cuentan que esta tarde en el
Cartagonova parece asomó como una especie de descomposición posicional,
fundamentalmente en la defensa. Es
cierto que cuando el tiempo apremiaba apareció, como sigilosa, eso que se llama
reacción. No fue suficiente, aunque la
tuvieron Fernando para firmar el hat-trick y alcanzar la
remontada y Menudo. No pudo ser y nos quedamos con aquello de "Y DOS
HUEVOS DUROS". Esta tarde no hubo precisión ni velocidad y sí entusiasmo, éste
como siempre. Este equipo, querido Icue, tiene urgencias y no asimila aquello
del tiempo pasa. Cada jugador reacciona con arreglo a su personalidad, claro, y
eso siempre es de agradecer.
El Icue cuando el equipo, su equipo, está fatal suele
hacerse un ovillo, sí, literalmente. Se aísla
emocionalmente y deja que la autocompasión se apodere de él, pero solo un
momento. Tras unos instantes, ese estado de ánimo tan antipático se va
esfumando, no sin esfuerzo claro y encuentra hueco donde acomodarse. Esto es lo
que el Icue desea para su Cartagena y también ese antídoto para pintar con otro
color sus ideas futbolísticas.
Hoy para terminar mi querido Icue se ha agarrado a
Esopo y demostrar que los jugadores de este equipo también deben asirse a la
fábula de ese atleta que, partiendo a tierras lejanas, volvió anunciando que
había hecho grandes proezas en Rodas dando un salto que nunca antes ninguno de
los atletas coronados había sido capaz de realizar. Esto es lo que el FC
Cartagena, después del empate de hoy, deseo haga el próximo martes en
Barcelona: la proeza de haber jugado en Camp Nou nada más y nada menos que los dieciseisavos de la Copa de su Majestad
el Rey. Y es que esto sí que será haber dado un triple salto en la historia de
este equipo, aunque luego no haya nada, o sí. Y es que noventa minutos en el
Nou Camp se nos pueden hacer muy largos, o no. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto
J.P. desde un “Rincón para Doce”. Dies 12/14: ante diem undevicesimum Kalendas Ianuarias. Nº 312.
Texto La Medusa Paca. Fotos
http://qapta.es/. Copyright ©
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