El Icue y…cuando la orquesta ha comenzado a afinarse
El Icue y…cuando la orquesta ha comenzado a afinarse
“Cuando el
peligro parece ligero, deja de ser ligero”. (Francisco Bacon)
Se presentaba el San Fernando CD en el Cartagonova
asentado en el decimoséptimo lugar de la clasificación del grupo IV de la 2ª B
de la Liga Española. Hasta la tarde de hoy había ganado dos partidos, empatado
seis y con ocho perdidos, con ocho goles a favor y veintidós en contra. Todo un
historial para llegar al final de temporada y con casi todas las papeletas para
abandonar esta 2ª División B.
Ahí estábamos cuando los jugadores de Tevenet se
creyeron que el peligro de los gaditanos era ligero, y zas, aun no siendo el
más rápido sí dejó de ser ligero. Sin casi comenzar el partido y, sin que el
balón rodara- habían transcurrido 20 segundos- después de fallar Mariano y Riau, apareció el
tacón de Ocaña, lo recogió Ernesto que entraba solo, para marcar de
vaselina el primero para los cañaillas. Era el gol de siempre, el cuarto que
nos pillaban “despistados”, el gol tempranero envuelto en fantasmas, el gol de
una tarde oscura y fría que nos conducía a pensar que no era la tarde del
Cartagena. Era el gol que hace que este equipo se supere, el gol de los
problemas, de las prisas, del nerviosismo, de los que hacen cambiar totalmente
los planteamientos, el gol de los desgastes físicos y
psicológicos. El gol que nos hizo pensar, querido Icue, que esta no era la
tarde del FC Cartagena. Pero me equivoqué y después de una serie de tediosos
minutos, de que el FC Cartagena no entrara en el juego, se le apagase la chispa
y no saliese de esa empanada mental y de juego que le rodeaba, apareció la
tranquilidad y la cordura, el minuto 20 y el testarazo de Carlos David al saque de falta de Riau para empatar el partido. Por allí andábamos
cuando recordé a Diego Segura muy intenso, con ganas y como queriendo mostrarse
como el gran jugador de la campaña pasada, con su ideario futbolístico e imponer
su fascinante estilo al colectivo. Hasta que el canterano Dani Ruiz asomó su
centro para que, de nuevo Carlos David, minuto 40, marcase el segundo y todos
nos fuésemos a por el carajillo de turno unos y el asiático otros. La tarde lo
requería.
Y ahora sí,
ahora comencé a soñar con que esta tarde de sábado, final de noviembre, comenzaba
a ser el preludio, preparación,
principio o probatura de ese antes para comenzar
la ejecución de una obertura o sinfonía
antecedente a esa obra musical del próximo viernes, en una noche probablemente
de relente y fría. Me consta que Tevenet no es un técnico
inmovilista, ni mucho menos. Hoy lo ha demostrado moviendo el
banquillo. Sabe que sus jugadores no son sólo un equipo, son una idea de
fútbol, y a partir de un guión irrenunciable, responde con imaginación ante
cada problema. Lo mismo saca a Diego Segura y Riau que hace
trabajar intensamente para que se desgaste arriba a Fernando. Lo mismo quita a Diego
Segura, minuto 64, justo en el mismo minuto que también se apagaba el luminoso,
que cinco minutos después sale De Lerma en sustitución de Megías para marcar el
tercero para nuestro Cartagena cuando se cumplía el 90 y justamente fue aquí
cuando resucitó el marcador y surgió ese director de orquesta de ese que hace
llamarse en las redes sociales como el Puma De Lerma. Y nuestro, suyo
Cartagena, fue entonces cuando echó el ancla y los isleños se quedaron pálidos
y se ausentaron no sin antes darnos unos sustillos o sustazos.
La tarde que había comenzado triste, oscura y andando como no queriendo
aparecer, se tornó en noche y se retiró como traslúcida queriendo acompañar al
galope a los jugadores hacia el vestuario. Todos tenían tanta prisa por
retirarse que no les daba tiempo de entrecruzar sus miradas en el túnel de
vestuarios. Todos deseaban gestionar sus descansos para llegar frescos al
próximo viernes. Y es que este equipo piensa o sueña que hay fútbol, ellos
también lo poseen y quieren demostrarlo, más allá de los reflectores que
alumbran a los principales actores de esa Liga, llamada de las estrellas, que
tiraniza cada vez más al modesto. Pero, ¡cuidado!, que estos muchachotes están llenos
de esperanza y rebosantes de ganas de pelea para demostrar lo que llevan
dentro.
Para finalizar, querido Icue, ya sé que el FC Cartagena ha realizado esta
tarde un partido resultadista y que el resultadismo también es una manera de
pasar la tarde sobre el césped de un campo como el Cartagonova que vuelve a
estar esplendido. Si algún día Luis García Tevenet pudiese liderar esa idea no
resultadista con futbolistas de alta gama, inmediatamente el Icue se sentaría en
la tribuna para escuchar absorto y con mucha atención la sinfonía de un buen
fútbol. ¡Ay, ay, ay! Esto será el viernes día 6, día de la Constitución
Española, casi, na.
Pedro-Roberto
J.P. desde un “Rincón para Doce”. Dies 11/30: pridie Kalendas Decembres. Nº 309.
Texto La Medusa Paca. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©
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