El Icue y…cuando el FC Cartagena pierde el empaque
El Icue y…cuando
el FC Cartagena pierde el empaque
“El equipo ha cogido el empaque y espero que dure
mucho”. (Luis G. Tevenet)
No sé muy bien a que se refería Tevenet la otra
mañana en la previa cuando literalmente vino a decirnos: “El equipo ha cogido el empaque y espero
que dure mucho”. Digo, querido Icue, que no lo sé muy bien. Me he ido a todos
los diccionarios que tengo en mi librería, son unos cuantos, y después del
partido, otro jugado a la hora del aperitivo, no he encontrado la definición
exacta al término empaque con el que quiso obsequiarnos el sevillano.
Efectivamente esta mañana el FC Cartagena no sólo ha perdido ese empaque que se
inventó Tevenet, sino que también el equipo portuario perdió hasta el oremus.
Mire usted amigo Tevenet,
hay que tener mucho cuidado con las palabras que utilizamos: Si al pronunciar
la palabra empaque usted se refería a ese empaque como conjunto
de materiales que forman la envoltura y armazón de los paquetes, papeles,
telas, cuerdas y cintas, efectivamente nuestro Cartagena ha sido esta mañana en
el Príncipe Felipe, un auténtico paquetón sin desempeñar su papel al quedarse éste
como mera envoltura; si por el contrario al pronunciarlo se refería con el término
empaque a tener descaro y desfachatez, usted dirá. Hoy ni hubo descaro y sí
demasiada desfachatez; Si entendió con la palabra empaque, encajonar y
empaquetar, así ha sido, el Cacereño nos empaquetó con esos dos goles de Toni,
recibiendo un balón proveniente del pase de la muerte y de Elías con el que
definitivamente nos envió hasta la Ciudad Portuaria encajonados y corneados por
esos dos pitonazos; Si quiso decir que empaque era sólo una metáfora relativa a
hacer el equipaje, pues tuvo razón: hoy nuestros jugadores al no tener tiempo
ni de deshacerlo se volvieron a Cartagena tal y como fueron a la ciudad
extremeña. Así que, amigo Tevenet, cuídese en el uso de las palabras porque hoy
usted tampoco acertó.
Después de lo de esta mañana, el FC Cartagena al
perder su partido, se ha quedado clavado en esta decimoquinta Jornada y ha
habilitado al Cacereño para continuar en su record de nueve jornadas sin ser
derrotado lo que ha sido oportuno para que, después del partido, la plaza Mayor
de Cáceres fuese un lío de sutileza, punto de encuentro, reflejo lúdico,
antesala de ciudad medieval y también centro de la polémica.
¡Cuidado con ese hoyo, me refiero en el que han
caído esta mañana algunos jugadores de nuestro Cartagena: Fede, Carlos David,
Marcos Rodríguez, Antoñito y hasta el goleador Fernando. También Tevenet, que
si en Tudela le dije mirándole de frente que había sido un entrenador valiente,
hoy no lo ha sido, ni durante el seguimiento del partido ni a la hora de hacer
los cambios es por lo que, con este descalabro, todos han podido romperse la
crisma de ser ilusos y así esta plantilla deberá dejar de mirar las estrellas cuando camine, el
peligro de su agujero negro está en el suelo de algunos estadios, y sobre todo
los de fuera del Cartagonova.
Este querido equipo, hoy señor Tevenet y señores jugadores ha tenido un
problema, no sólo el haber perdido el puesto de líder y haber descendido hasta
el cuarto puesto de la clasificación, sino que se ha mostrado como un equipo de
juego a rachas, sin impulsos y desbocado que al perder la intensidad se ha
convertido en vulgar y sin puntas de fútbol que pudiesen poner goles. Esta mañana
no apareció el pragmatismo ni las jugadas exquisitas de Antoñito, Fede , Mejias
o Fernando ni esa versión más admirada de los de la zamarra carmesí con la cruz
blanca, ni fueron capaces de tocar a la sesión de hipnotismo que fuese capaz de
atolondrar al adversario, noquearlo y traerse los puntos hasta Cartagena. Hoy
no hubo nada de esto. Fue un equipo frío como el tiempo y los
rocíos y las noches heladoras de estos días extremeños han “quemado” a algunos
de nuestros jugadores y hasta al entrenador que no ha sabido reaccionar
quedando desvencijado y no sabiendo hacer de la necesidad virtud. Hoy el equipo
ni calentó
ni jugó, se paró y se retiró marchando hasta Cartagena sin respuesta del por
qué de lo de esta mañana. Se quedaron cojos, sin habla y con cara de enfermo.
Leopoldo Alas Clarín llamó a esta ciudad, patrimonio
mundial, La Vetusta del Sur y el Icue, en su día, la encontró como ese perfecto
lugar que mantiene esa dualidad de mostrarse poco por fuera y vivir hacia
dentro. Hoy, después de esta desilusión en la que nuestro Cartagena ha vuelto
al polvo de las derrotas, el Icue que todavía tiene esperanza rompe a cantar en
una taberna y en la algarabía del tenderete de la calle intenta comprar torta
del Casar, pimentón de la Vera y ese autóctono bombón de higo, dos, como los
que nos han metido, botes de criadillas de la tierra, morcillas patateras
y se larga a dar un paseo por el casco histórico de esta ciudad de pájaros y de
subterráneos aljibes, desplazada en el tiempo, probablemente única en el mundo,
hermosísima. Y todo esto cuando ya acaba noviembre
con derrota vieja. ¡Por favor, que gobierne la noche! ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto
J.P. desde un “Rincón para Doce”. Dies 11/24: ante diem octavum Kalendas Decembres. Nº 308.
Texto La Medusa Paca. Fotos http://qapta.es/
y La Medusa Paca. Copyright ©
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