Hablan. ¿Qué hablan? Pues ¡que hablen!
Hablan. ¿Qué hablan? Pues ¡que hablen!
Voces y aplausos en la televisión condujeron ayer
tarde a La Medusa hacia estas meditaciones que, tomadas de otros, aquí les dejo.
Miré a la pantalla con somnolencia. Los políticos de todos los pelajes seguían
con sus discursos. Hablan. ¿Qué hablan? Pues ¡que hablen!
-Aunque no sea delito, tiene siempre sus riesgos el comunicar una mala noticia (Prefacio de Major Barbara)
-La propiedad es el robo organizado (Idem)
-Soy millonario. Esta es mi religión (Idem)
-No sabe nada y cree saberlo todo. Esto le faculta claramente para la carrera política (Idem)
-La falta de dinero es la raíz de todos los males (Man and Superman)
-La democracia sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrompida, por la elección hecha merced a una mayoría incompetente (Idem)
-Hablan. ¿Qué hablan? ¡Que hablen! (Inscripción colocada por Shaw en la chimenea de su casa)
La Medusa despertó del sueño y se dio cuenta de que
estas máximas son universales y perfectamente aplicables en nuestros días. La
desafección, hastío y desengaño de la ciudadanía con la clase política es imparable,
¡qué hablen! cada vez menos gente les escucha, pero ¿a quién escuchar o seguir en éstos
días?
Texto y fotografías La Medusa Paca. Copyright ©
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