Preludio de Primavera
PRELUDIO
DE PRIMAVERA
“En medio del invierno está templada
el agua dulce desta clara fuente,
y en el verano más que nieve helada”. (Garcilaso)
Parecía, días atrás, que el
tiempo templaba, que la lluvia generosa bajaba a fecundar la tierra, que el
azul de la primavera llegaba para saludarnos y que todos debíamos salir de
nuestro ensimismamiento y de nuestros oscuros refugios invernales. ¡Ay invierno
interminable!
Es hora de oír el repicar la
lluvia en los cristales y mirar cómo resbala por la corteza gris del peral, aún
desnudo, que tengo delante de mis ojos y fijarme en el juego amoroso de los
mirlos entre los setos mojados de mi jardín y sentir la lluvia en nuestro
rostro.
¡Celebrémoslo! ¡Salgamos
fuera! ¡Reanimémonos, aunque el invierno todavía está dentro, como los animales
del bosque, como los frutales a punto de brotar, como los espinos de flor
blanca, como los lirios costaneros! Si es preciso, bebamos vino y cantemos, que
el que canta sus males y sus fantasmas espanta. ¡Y huyamos! huyamos de los
aguafiestas, aguachirles, agoreros, cenizos, rascatripas, rencorosos,
victimistas, resentidos, quejumbrosos, amargados, tristes. Y respiremos el aire
limpio, aromado con las primeras flores de los almendros, de las mimosas y de
los ciruelos morados traídos de la India.
Dejad, pues, que vuelva la
bendita lluvia y empape bien los campos. Cuando escampe del todo, habrá ya buen
tempero. Cavad entonces la tierra, que esponje bien, aciemadla de forma natural
sin productos químicos dañinos y disponeos a plantar vuestro huerto.
Dejad que vuelva lo rural
envuelto entre los jirones de tela de la ciudad. Los días se alargan y el amor
vuelve a florecer en los bancos del parque. “El aire se serena y viste de hermosura y luz no usada”.
Texto y fotografías La Medusa Paca. Copyright ©
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