La copla de ciego
La copla de ciego
En aquellos tiempos en los
pueblos, en el mío también, solían darse los cuartos al pregonero, aunque
también había vecinos que se dedicaban a que la verdad no se supiese, y surgía
aquello de “vecina, cierre la boca” y hasta todo empujaba al pesimismo. Y a
vivir con optimismo. Ese optimismo penado, machadiano, cuando escribió: “Tengo
una pena, una pena, /que bien pudiera decir/que yo no tengo la pena, /la pena
me tiene a mí”. Y como escribió Rafael
Alberti recitando aquello de: “Lo sabe el lechero, lo sabe el yegüero, lo canta
el vaquero... ¡Y tú sin saberlo!”.
Ya saben aquello de que “no
hay peor ciego que el que no quiere ver”. Y me acuerdo lo que uno de sus amos hizo con
Lázaro de Tormes dándole un hueso y diciéndole: “¡Triunfa!”. Y el “recita a
ciegas” triunfó para poner en valor los pliegos de
cordel, un arte que fue el modo de vida para muchos ciegos que recorrían las
plazas, ferias y mercados de pueblos y ciudades desde la Edad Media hasta
mediados del siglo XX. Eran cronistas del momento, divulgando noticias,
cantando y recitando romances, historias de personas, sucesos truculentos y
macabros, críticas mordaces a través de diálogos entre ciego y lazarillo que, a su vez, vendían impresos, lo cual les
suponía un modo de subsistencia. Es la historia a modo de romance para retratar
lo cotidiano.
Y ésta que expongo aquí, yo se la oí a un ciego,
cuando los primeros rayos de sol de invierno derretían la nieve, en mi pueblo,
Grávalos, en el que nací. Vale.
El crimen de Igea
En la provincia de Logroño
y partido de Cervera,
hay un lugar entre montes
llamado pueblo de Igea.
Allí Vivian felices
Catalina y su marido
pero lo echó a perder
el “Trabas” que era el querido.
Las primeras relaciones
en Igea las tuvieron,
y envenenar al marido
pronto los dos propusieron.
Para ver si era bastante
la cantidad de estricnina,
de aquel alimento dio
a un perro que ella tenía.
Estando en el campo un día
la hija llevó la comida,
y muy pronto los efectos
el resultao producía.
La Catalina tenía
ojos grandes y expresivos,
pero un corazón malvado
pa matar a su marido.
Mientras estaban en casa
“Trabas” y la Catalina
el pobre marido de ella
en el campo se moría.
Cuando se confirmó el hecho
y el juzgado lo confirma
el “Trabas” y Catalina
en el cadalso morían.
Texto y fotos La Medusa Paca. Copyright
©.
Buenos días,
ResponderEliminarContacto en calidad de editora gráfica del Grupo Editorial SM.
Estamos confeccionando los materiales de Cultura Clásica para niveles de secundaria y nuestros editores han considerado el incluir la imagen de La copla de ciego que aparece en su blog, pues se trabajará sobre la etnografía lingüística y sobre "aleluyas y pliegos de cordel”
Por este motivo, nos gustaría conocer si nos podrían ceder dicha imagen en tamaño superior para poder ser incluido en el material mencionado.
Por nuestra parte indicar que quedaría reflejado en créditos. Quedamos a la espera de sus indicaciones.
En cualquier caso, agradecer la colaboración y el ofrecimiento positivo por su parte.
Gracias de antemano,
Saludos,
Servicio Gráfico
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