viernes, 5 de febrero de 2021 in

AÑOS

 

 

En esta semana de mi cumpleaños, también de La Candelaria, San Blas y Santa Águeda leo y me abrazo a Cicerón junto a su de Senectute XV,51 y como él narra tomo su doctrina y procuro hacerla mía: “voy a referir a los placeres de los trabajos de la tierra, con los que yo disfruto enormemente, placeres que en absoluto les son impedidos a los ancianos. Al contrario, a mí me parece que están muy de acuerdo con la vida del sabio. En efecto su actividad se relaciona con la tierra, que nunca rehúsa lo que se le impone ni tampoco devuelve con reproche lo que recibió. Algunas veces con menor abundancia, pero en la mayoría de las ocasiones, con creces. A mí, aunque no me dedico mucho a ella, me agrada la fertilidad natural de la tierra en sí misma. La tierra acoge la semilla esparcida en el surco mullido de arriba abajo. Primero la acoge en sus entrañas, de ahí el nombre de "occatio"(rastrillaje); después difunde la semilla arropada por la humedad de la tierra, y, su propia calidez, hace brotar la verdura en forma de hierba que, aferrada a las raíces, crece espontáneamente erecta en un tallo nudoso. Aún muy joven, se encierra en su vaina. Cuando sale de ella muestra su fruto en forma de espiga y se defiende de los picotazos de los insectos a través de un reborde de aristas.”

 


 "Ya no cuento los años

sino el tiempo, las épocas fugitivas

para encarcelar de una vez por todas

las cenizas, desnudar el aire de mi presencia,

contar la historia de amor

como ave de otra estación,

vestir la nostalgia del futuro que

fuera,

así me encuentro vivo

en el jardín de los vientos." (Vejez. Los habitantes del poeta (1997; Alberto Ambroggio)

 

AÑOS

 El cuento es muy sencillo:
hace años que nací
contemplando atribulado
el rojo azul de un cielo

ya rasgado y sin zaquizamí.
Al pájaro emigrando,

y al jilguero cantando,
al escarabajo hoyando,

a las abejas libando,

al agricultor hoyando
y en abarcas extenuado.

 

Diez años de infantil,

más diez más de juvenil

y en vida profesoral

hasta fui un quijotil

con orgullo muchachil.

 

 Diez años de cuarentón

y otros diez de cincuentón

vivo diez con sesentón,

cinco años de setenteño

deviniendo en ochentón.

 

Pero mi vida ya es un sueño

esperando al ochenteño.

 PRJP. Nº1. Entre dos mares. Febrero de 2021

Texto y fotografías La Medusa Paca. Copyright ©








 

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