Flor de almendro
Flor de almendro
“Tan sólo el poema sobre la tierra consagra y glorifica.” (Rainer María Rilke,
SONETOS A ORFEO, 1ª parte, XIX)
Lo de hoy nace en La Medusa dictado por la urgente
necesidad de afirmar la belleza en el corazón mismo de la contingencia humana,
de salvar la alegría de lo vivo, única que nos podrá salvar. La ley
de toda belleza es -aquí estoy al lado del filósofo del Ser y el Tiempo- vislumbrar las huellas de los dioses huidos. Las leyes de los poetas, abrumados
por su clara percepción de la cualidad efímera de todo lo creado, rescatan con
su pequeña creación, para la eternidad, esos momentos bellísimos, instantes de
gloria que caminan inexorablemente hacia su desaparición. “Tan sólo el poema sobre la
tierra consagra y glorifica”, dice Rilke, consciente de que la poesía
representa en este mundo, por encima y más allá de todos los cambios, gustos y
modas, el movimiento más abierto y libre, único capaz de encerrar una
revelación con poder transformador. Por otro lado, ¿no es esta la razón por la
que todas las grandes religiones de la tierra vienen envueltas y como
propiciadas por el aliento poético que nos las acerca? ¿No son ellas mismas -y
cuanto más puras o elevadas, mejor- la más necesaria poesía de la vida?
Naturalmente que hoy La Medusa prefiere dejarse
penetrar por un almendro en flor, por la primera flor de ese mi almendro en
este inicio de primavera mediterránea -más todavía- aunque sea con su
fragilidad, la frágil flor del almendro, olvidándose de la fortaleza, furor y
dinámica de otras estéticas. Es agradable y hasta absorbente y el espíritu de
la Medusa se deleita cuando contempla a ese retorcido y destartalado tronco de
almendro florecer con sencillez, dialogar con su entorno en armonía, y a saber
morir sin resistencia, cumplido el ciclo de su razón de ser. Gustosamente me
coloco bajo la revelación natural y gratuita de Dios que intuyo en este mi
almendro en flor de esta luminosa primavera mediterránea. Vale.
REVELACION
Hay
en mi campo un milagro
que
hace turbarse al cielo...
¡El
almendro florecido
en
la heladura de enero...!
Un
grito de apego y fiesta
entre cristales de hielo...;
un
Gabriel de revelación
convulso por el misterio...
Hay en mi campo un milagro
que
hace postrarse hasta al cielo.
PD. Escrito después de leer en https://www.larioja.com/logrono/primera-flor-almendro-20190122142252-nt.html
Texto y fotografías La Medusa Paca. Copyright ©
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