lunes, 17 de noviembre de 2025 in

Esencias de escaramujos

 




“Me duelen las heridas del cuerpo, mi vida,

pronto cambiará el tiempo…

Pronto vendrá con las lluvias
el ave fría buscando
charcas templadas en el sur
como lanzas por el cielo,
y en los jardines el humo de páginas amarillas.” (Manuel Vicent)

Un noviembre levemente proceloso, y soleado a ratos, me rodea. Estamos ya en el otoño profundo, pero sin sentirlo. El otoñal en el Mar Menor es hermoso. Despierta los sentidos, calma el ánimo, ayuda a la reflexión... El Mar Menor en este ciclo es entorno de descanso y refugio de aldeanos, extranjeros y viajeros. También es un lugar renqueante si atendemos al paisaje humano, pero encantador. Es para verlo, para oírlo, para olerlo, para pasearlo y disfrutarlo. Me fascinan los múltiples colores estacionales: amarillo, naranja calabaza, marrón chocolate, rojos Borgoña, verdes olivo... Intento inútilmente dialogar con las cotorras verdes y encaramadas a las rejas del jaulón del palmeral del parque que tengo delante de Garnacha. Y como no me contestan escribo estas ESENCIAS DE ESCARAMUJOS:

 


Paparajote:

delicioso buñuelo

sobre hoja de limonero.

*

Volando van,

se alejan del otoño

las golondrinas.

*

Hojas del suelo,

abrigos y bufandas:

señal de otoño.

*

Hojas caídas

de los árboles secos.

Triste el otoño.

*

Otoño suave,

caen hojas doradas

 flotando en agua.

*

Un fragor de lluvia

 suena en la lejanía

 despoblada y árida.

*

Una hojarasca

es esta vida nuestra

año tras año.

 

PD. Esto va para todos aquellos que caminan a solas por ahí, en silencio o silbando.

 

PRJP. N.º 121. En la segunda quincena de noviembre de 2025

 

Texto y fotografías de La Medusa Paca. Copyright ©.


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