viernes, 5 de noviembre de 2021 in

La muerte

 


Esta luz de noviembre es ya del color del recuerdo

 La muerte

“Un joven jardinero persa dice a su príncipe: 

   ― ¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahán.

   El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:

   ―Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?

   ―No fue un gesto de amenaza ―le responde― sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahán esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahán.”

Esta vieja historia, en su origen, se remonta a la literatura judeo-talmúdica del siglo VI y a la tradición musulmana sufí de los siglos IX al XIII. Cómo no, aparece en versiones muy parecidas en Las mil y una noches, donde, siendo muchacho, la leí por primera vez, en un diálogo entre un árabe y la muerte o entre el Ángel de la Muerte y el rey Salomón.

El jardinero viaja a Ispahán porque ve que la muerte le hace un gesto y quiere huir de ella, la Muerte, en cambio, le hace el gesto porque esperaba encontrarse con él en Ispahán y se sorprende de verlo tan lejos. El encuentro entre el jardinero persa y la muerte parece contingente tal y como se presenta, pero finalmente se revela fundamental porque es el desencadenante de toda la historia. De no haberse encontrado el jardinero no habría viajado a Ispahán y no habría muerto, pero esto habría producido una paradoja, que la Muerte hubiera esperado en vano.

Y de no haber leído esta historia yo no habría construido estos Todos los santos y Todos los fieles difuntos. Vale:

Todos los santos

Todos los santos.
¿Quiénes? y ¿Cuántos?

Los pobres que en Él confiaron,

los que no rieron y lloraron,

los limpios de corazón,
también de lengua y redaños.

Los compasivos
con propios y extraños
y los santos de todos los tiempos

y camposantos.

PRJP. N.º 86 un primero de noviembre de 2021

Todos los fieles difuntos*

Todos los fieles difuntos
       son fieles difuntos,

con tanta fidelidad,
       que raya en eternidad,

a no ser que los despierte
       Dios del sueño de la muerte,

y los vuelva a su función,
      el fin de la Creación.

* Aquí Juego con el verbo latino deponente fungor-fungi (desempeñar, cumplir), de donde proviene difunto (el que ya ha cumplido), y función.

PRJP. N.º 87 un primero de noviembre de 2021

 

Texto y fotografías La Medusa Paca. Copyright ©


Leave a Reply

Con la tecnología de Blogger.

Seguidores