sábado, 8 de abril de 2017 in

Oficio de amigo







Oficio de amigo

Hoy Paco, perdóname, toca oficio. Lo que te reirías viéndome tratar de escribir estas líneas. Es que no cabes en un obituario. Qué fácil es despedir héroes y aventureros y qué difícil es decir adiós a un amigo. Digo amigo y la palabra se me queda corta. Somos tantos los que sentimos que contigo hemos perdido mucho más que un amigo y un compañero, a un hermano, a un ser indispensable. Si un hombre vale lo que el pesar de su muerte pone en los corazones de los que lo conocieron, tú te acuñas en oro puro de Samarcanda. Te imagino sonreír y pedirme que ponga los pies en el suelo. Pero no puedo porque tu muerte nos deja demasiado desposeídos para ser capaces de aceptarla.

Cada persona que te conocía y te quería —dos cosas que eran indisociables— trazaría de ti un perfil distinto, pues a cada uno nos iluminabas de manera diferente. Nos impresionaba tu conocimiento de todo, hasta para jugar al mus, intentando establecer tu reglamento y tratar de “engañar” a esos incipientes e infantiles jugadores. Y hasta eras capaz de enfadarte si la chavalería y algún mayor incauto no te hacía caso. Poseíste un enraizado humor quijotesco y solías sentenciar como éste lo hacía con Sancho o éste con Don Quijote. Todo era extraordinario. Siempre fuiste muy generoso y tendías a ver los valores en los demás antes que en ti mismo. Dudabas, te juzgabas con severidad, te probabas cada vez que dialogabas, y de esa manera, como quien no quiere la cosa, te convertiste en maestro. Pero tú llegaste, Paco. Sin perder un ápice de humanidad. Sin vender un pedacito de tu alma. Conservando las raíces de castellano viejo, que lo eras y ejercías. Por todo eso te dejo aquí otro de mis poemas. Como ves cuando te decía me iba a escribir era verdad. Vale.

Y, al final, la muerte estaba allí

!!!Paco,
has muerto matando el tiempo!!!
Y éste no te hizo caso.
Y tú allí, junto a la vida.
Y tú allí, junto a la muerte.

Necesitabas asir manos,
y tú, allí junto a vida.
Tú y yo sabemos
que aquella noche
no se la diste al sueño.

Ya sabes,
las noches siempre fueron para ti
ceniceros del sol,
y tú como queriendo
agarrarte al volante
de la vida
o de la muerte,
mientras los golpes de viento
despeinaban el aire.

Y ahora, ¡ay ahora!, tú allí
junto a la muerte,
pensando que la Vida
es un reloj
que no se atrasa nunca.

Y tú allí, junto a la Vida,
aclarando pensamientos
en un baño de realidad.
Y tú allí, junto a la muerte.

PRJP. N.º 4 En Santiago de La Ribera, día de Viernes de Dolores. Abril 7 de abril de 2017. Fallecimiento Paco.

Texto y fotografías La Medusa Paca. Copyright ©

Leave a Reply

Con la tecnología de Blogger.

Seguidores