OTOÑO
Ahora, ya ha entrado diciembre y cuando el otoño se nubla, yo veo la luz al oír cada mañana, aquí en Garnacha, el canto de un verdecillo o de un jilguero rondando entre el naranjal. Y, también, cuando trato de recordar aquel animal que Ferlosio dibujó un día para Demetria: “Por el lomo de la alta pared del huerto coronada por cascotes de botellas venía andando esta tarde un gatito, sin cortarse”.
Esto me sirve para mi otoño. Vale.
OTOÑO
Veo
al otoño estar en las hojas de oro,
y en la verdina
que sembró la lluvia de octubre,
y en la luz de corto vuelo de las tardes,
pero ya es diciembre en la cara del cielo
por donde siempre vinieron las nubes
preñadas de aguaceros.
Veo
a diciembre pedir blancura,
exigir negrura,
que la empuje hacia la nube
para salir de la ruina,
a una ruina donde la lluvia
es una memoria lejana,
como aquellos cuchillos
del frío tremendo, helador
y azotador
fabricado por el cierzo
de mi juventud.
PRJP. En Garnacha, 2023, cuando ya comienza a sentirse el frío
Texto y fotografías La Medusa Paca. Copyright ©.
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