CAMINO Y FUENTE
Hace unos días recibí este correo que, con su autorización,
transcribo tal cual me llegó y que me
sirve para recordar a una gravaleña emigrada a tierras hispanoamericanas. Me
solicita su sobrina María del Carmen que plasme literariamente toda esta
vivencia. Así lo hago con este CAMINO y FUENTE ya que: “sería un orgullo que
detalles de la historia de mi familia sirvieran de base para un poema suyo”.
Estimado Pedro: mi hermana era la de la memoria de elefante y se
acordaba de todas las anécdotas de mi mamá. Mi mamá nació en 1910, y vivía en
la calle Los Portales, si no me equivoco nº12. Se llamaba María Jesús Jiménez
Jiménez. Desde chica acompañaba a mi abuela a buscar agua con los cántaros. Uno
se colocaba en la cabeza. Para esto se enrollaba una tela y se la ponía en la
cabeza, dejando un hueco en el centro, dónde enganchaba el cántaro, y otro
cántaro se sostenía sobre la cintura y con una mano. Las más expertas, no
agarraban el cántaro de la cabeza. Se hacía uno o dos viajes por día, para
llenar las tinajas que tenían en la cocina y con esa agua se cocinaba y se
higienizaba. Todos los días debían bajar a la fuente. Para la ropa, iban al
río, con los canastos, el jabón y la lejía extendiendo la ropa al sol para
blanquearla. También recuerdo que contaba que cuando iba a la escuela, y pasaba
un avión por el cielo, la maestra dejaba que salieran a verlo. Era emocionante
y pocas veces se veía volar un avión sobre Grávalos. También contaba del
carromato que iba de vez en cuando al pueblo, y en la plaza extendía una tela
sobre la que pasaban películas mudas. A mí me gustaba escuchar. Era tan
diferente sus vivencias con las mías. Cómo habían cambiado las cosas. Espero
que le haya gustado. Un cordial saludo María del Carmen.
CAMINO Y FUENTE
Para que la Muerte venga
fue caminando la Vida.
Gota a gota el tiempo vierte
el segundo que convierte
el presente en cosa ida.
Apenas se oye el tic-tac
y es nana que nos da el sueño
y nos expresa en el leño
del tiempo que se nos va.
Al montoncito de rosa
que es la niña cuando nace
le van entonando el “in pace”
que le conduce a la fosa.
El presente está vedado
a poderlo disfrutar,
ya que tan solo al llegar,
por llegar, ya se ha pasado.
Para que venga la Muerte
fue caminando en la vida;
su crueldad se divierte
con la vanidad del fuerte,
con la ilusión pretendida.
De la mezquina existencia
se saca la conclusión
que es un jardín de impotencia
y su antifaz la insolencia;
verdad, pasado e ilusión.
Lo que fue y lo que será
porque el presente no existe.
El humano se resiste
a creer tal realidad.
Fue soñadora y quisiera
serlo así toda la vida,
En el jardín de primavera
le dio la Muerte su herida.
Soñando… ¡ Cristina, bendita sea!
PRJP. Nº 5 En Villamediana de Iregua recordando a una gravaleña
llamada Cristina Blázquez, que tuvo que emigrar dejando la fuente, su fuente en el recuerdo.
Texto y fotos La Medusa Paca. Copyright ©