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viernes, 30 de noviembre de 2012 in

¡Adiós!



¡Adiós!


¡TOMÁS, “TATA”, AMIGO!

No quiero que los roncos tañidos de campana
den su tan-tan monótono que parece un pregón,
ni rompan el silencio que tiene la mañana,
anunciando que has muerto, con su macabro son.

No quiero que tu muerte asuste a los que quedan,
ni que sea alegría para el enterrador.
Deseo que cantos litúrgicos, monaguillo que fuiste,
precedan igual que los clarines lo hacen al vencedor.

Deseo que cuentas de rosarios trencen tus manos grandotas,
formando blanco sudario compañero de viaje,
modelando junto a tu cuerpo tronchado
dalias, azucenas, campánulas y rosas,
mezclando en su conjunto las flores olorosas
y el perfume macabro a la muerte entregado.

Yo quiero que a la cera de tu carne sin vida,
alondras y calandrias se prendan en tu frente amarilla
lanzándote sonidos como besos de amable despedida
y la emoción que encierra su caricia sencilla.

Yo quiero que tus labios
que tanto sonrieron,
recen los latines en salmodia de sabios
y muertos, hablen como en vida me hablaron.

¡TOMÁS, “TATA”, AMIGO!

Si juntos recorrimos la senda de la vida
siguiendo su camino,
espérame en el valle con embrujo sibilino
para fuerte, a tu lado, ampararme
entre sombras flotantes de espectros que fingieron
gozando muertas la dicha que vivieron.

Has muerto como naciste,
en remanso hogareño
con manos amantes dándote el mismo cuido
que de niño te dieron.

¡TOMÁS, “TATA”, AMIGO!


Nº 27-PRJP. Santiago de La Ribera; otoño 2012, siendo exacto 20 de noviembre de 2012.

martes, 27 de noviembre de 2012 in

El Icue, el gol de Víctor y…el quejío alegre de una gran familia





La Medusa anda estos últimos días de noviembre por tierras marmenorenses intentando pertrecharse de ese sol que, como en ningunas otras tierras, habita en estas orillas y en estos meses. Anda por aquí tratando de llenar el depósito para que le ayude a pasar ese invierno que ya está ahí y es anunciado con intimidación por esas borrascas descendientes de tierras polares.

Anda estos días para, además de tomar la sal y el sol, asistir al cumpleaños de su nietecita Vega, hacer excursiones intentando conocer los tesoros que esta Región esconde e intentar presenciar en su hábitat a este FC Cartagena en esta su singladura por la 2ª B, cobriza división del fútbol español. 

En uno de estos eventos estaba cuando tropezó, no por casualidad, con esos dos encantadores niños, Jorge y Ana que, un día del mes de diciembre, cuando se canta la lotería, cuando el FC Cartagena jugaba al fútbol, ganaba y aspiraba a la Primera División, cuando Victor, el 21, el gran Victor, firmó un gol que dedicó a esos dos ilusionados y encantadores niños.

Digo que, como La Medusa anda por aquí, habló con ellos, con sus padres Jorge y Ana para, como esta temporada estamos escasos de estas cosas, recordar aquello que un día sucedió en el Cartagonova y La Medusa, desde un Rincón para Doce, escribió como un quejío para alegría de esa gran familia.

Ahí va pues la transcripción literal tal y como apareció en SPORTCARTAGENA de aquellas fechas.

¡Va por ustedes, amigos y que quede en el recuerdo!

EN UN RINCÓN PARA DOCE

El Icue, el gol de Víctor y…el quejío alegre de una gran familia

PEDRO ROBERTO J. P. 22 diciembre 2010/22:00
Última actualización 22/12/2010@21:39:03 GMT+1



“Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta”.
(A. Machado)

Víctor siendo abrazado por Toché. (Foto: Abel F. Ros)

Icue, el articulista no desea ponerse sentimental por aquello de que en estas fechas todo el mundo es bueno, todo se perdona y todo es alegría. No. El articulista quiere narrar porqué el domingo, minuto dieciocho, un matrimonio y sus tres hijos lloraron y saltaron de alegría cuando un balón, convertido en obra de arte, salió de las botas de un artista  lanzado con talento y describió esa parábola maravillosa cayendo como una bella “folla seca “ dentro de la portería de Balbosa.

Los que dicen entender de esto manifiestan, probablemente con certeza, que un gol así Víctor no lo volverá a marcar nunca más en su vida. Se equivocan los entendidos. El Icue manifiesta que ésta no era la última hoja seca que quedaba guardada en el tronco horadado del roble victorioso del emeritense y que iba a ser enterrada para siempre, no. Estoy seguro que las furias del invierno, que hoy comienza, convencerán a sus hermanas para que, en otra oportunidad, alguna que otra “folla seca” se desprenda del nervudo roble treintañero y marque la misma u otra belleza: esencia queda todavía en ese grandioso pequeño frasco para desparramarse y perfumar hasta los sentimientos de aquellos niños que, por una coyuntura, se les había apagado la sonrisa. Pero ella resistía, agarrada a su débil ramita, hasta que la parábola trazada por el balón el viento exprimió la esencia y perfumó la red, besándola, para que los infantes sonrieran.

Ocurrió lo mejor y esta querida familia, tabique con tabique a la de Víctor, allá en Santa Ana, se olvidó de cuando las siete noches con sus siete miedos querían echarse encima. Sobre todo, la séptima, esa nube negra acunada con fuerte viento. Los niños de una y de otra aguantaron y las piñas y la luna se dispusieron a hacerles llevadera la caída y volvieron a jugar. Hasta que, amarillenta y con una gota de rocío en el regazo, consintió que, el nuevo viento, la posase suavemente en el suelo atrapándola. Entonces los nuevos vecinos del bosque celebraron su llegada con alegría.

Este golazo ha sido capaz de emocionar a esta familia y a sus hijos y a sus amiguitos, hijos de Víctor y Nuria, simplemente viendo las filigranas de una pelota de cuero, sobre un campo de césped, manejada con tal habilidad que les hizo delirar y emocionarse a estas dos jovenzuelas generaciones, invitándoles a llorar con lágrimas y “quejíos” de alegría.

Dio alegría verlos, todos juntos, a Jorge y Ana y a Alejandro y Alba, a papá Víctor y mamá Nuria, a Paula, Alba y al chiquitín Víctor. Exultantes. Parecía como si estuvieran a punto de escupir sus sufrimientos acumulados en ese rincón del sentimiento. Ahí andan ellos, su sonrisa totalmente abierta, sin arrugas en la frente -sólo tienen edad para reír- los pelos ensortijadamente embarullados, lagrimillas anchas como gotas de sudor resbalándoles por sus mejillas sonrojadas de euforia, sus manitas enlazadas para querer, como queriendo soltarse, saltar acompañando al papá-tío Víctor. Y prolongando, para romper los límites del tiempo, el grito de gol. Vértigo. Velocidad. Improvisación. Imaginación. Potencia. ¡Qué más da!

Amores. Sufrimientos. Familias queriendo llorar y reír a borbotones porque todo ya pasó. ¡Vaya regalo que os ha dejado el tío Víctor allí, en el alfeizar de vuestros corazoncitos!

¡Icue!, hala majete, adiós, y a ustedes, pacientes veedores de este ventanuco, decirles que un gol hizo felices a unos niños que, aun sufriendo, están exultantes. Felicidades Alejandro y Alba, muchas felicidades. Y a Víctor, gracias, muchas gracias por hacer felices a los amigos de tus hijos y a sus amigos.

PD. Dedicado, en esta Navidad, a los niños Alejandro y Alba vecinos y amigos y… hermanos de Paula, Alba y el chiquitín Víctor.

Pedro-Roberto J.P. hoy en Villamediana de Iregua. Dies 12/22: ante diem undecimum Kalendas Ianuarias.

Texto de La Medusa Paca, fotografías Abel F. Ros. Copyright ©

domingo, 25 de noviembre de 2012 in

“Un rincón para 12”.



“un rincón para 12”

Lectores de “La Medusa Paca” y del diario digital “Sportcartagena” llevan unos días atosigándome al preguntar las razones por las que mi columna de dicho diario digital es titulada desde “Un Rincón para Doce”. Aquí las tienen: fueron y son más una guía que un reglamento y es que, cuando se creó ese dichoso “Rincón para Doce”, eran tiempos que corrían y no cojeaban como los de hoy.

Aquí, al lado de pucheros, sartenes, marmitas y ollas, un racimo de románticos artesanos, 4, inmersos (prisioneros más bien) de un estilo, nuestro estilo culinario nos juntamos, va para nueve años, congregamos y reunimos para echar el día. De ahí nació “Un Rincón para 12”, junto a unas viandas de calidad irrepetible, después de unas partidas al mus y al tute, luego quedó como preceptivo que toda la peña jugase, y de unas buenas diatribas única y exclusivamente sobre el tiempo, fútbol y mujeres. Jamás sobre cabildeos, caciquismo, politiqueos y religiosidades. De esta manera nació y sigue vivo este “Rincón para doce” que, viendo la luz desde la gastronomía, se fue transformando en literario y en centro prosaico de charla y juego.



Hemos creado ésto conviniéndolo en llamar “Un rincón para 12”, intentando recordar momentos vividos en una sociedad gastronómica denominada “Erbentia” creada en 1977 por 27 ilusos funcionarios y otros añadidos que no lo eran, pero que se alimentaban de las migajas que estos les proporcionaban y que murió por inanición en un frío mes de noviembre de 2004.

Y para cumplir con este desahucio decidimos otorgar las siguientes condiciones, cláusulas, epílogos y elegías para esos 12 que, no siendo apóstoles, deberán cumplir desde este su momento de creación como condición imperativa para poder disfrutar de este rincón.

Condiciones o cláusulas de obligado cumplimiento para poder disfrutar de este rincón:


Primera: convocar a los que nosotros creímos interesados hasta completar los 12 del rincón.

Segunda: Será obligación de los reunidos acarrear el vino, que deberá siempre ser, crianza, reserva o gran reserva, preferentemente Rioja, no descartando los de otras D.O. 

Tercera: Los componentes del Rincón están convocados para acudir a comer todos los últimos viernes de cada mes, por aquello de que los primeros ya los han deglutido demasiado.

Y cuarta: será de obligado cumplimiento acudir y reunirse para comer o cenar:

El día 21 de diciembre, víspera del sorteo de Navidad para cenar e intercambiarnos la suerte.
*
El miércoles, anterior al de ceniza para celebrar la Pascua y degustar una dulce, piadosa y humilde res lanar que, en ovino holocausto gastronómico, saturará de paz borreguil nuestros aparatos digestivos.
*
El 13 de febrero, en el día que caiga, fuera de sábado y domingo, para degustar lo que el cerdo -con perdón- nos proporcione, ya que siendo de buen padre, la progenie no puede ser mala.
*
En tiempo de pesca, fuera de veda, un día para poder saborear las carnes de animales acuáticos.
*
Otro día, para honrar al vino, porque “comer sin vino, comer mezquino”.
*
Ítem más, para comernos alguna gollería garbancera o llenar nuestra panza con la nunca suficientemente ponderada alubia, ya sea de Anguiano o de las Viniegras Riojanas.
*
Y otro día, en otoño, para que los comensales podamos ver y degustar en el plato alguna especie de pluma y/o pelo que pululan por nuestro territorio comunitario: perdices, becadas, codornices, liebres, conejos, chochas, tórtolas, palomas, avutardas y, si se tercia, algún faisán.

Epílogo a manera de elegía

Con estos cumplimientos habremos llegado al final de nuestro camino, cruzaremos los umbrales de este rincón y saldremos a la calle donde descolgaremos nuestras cuitascolgadas de la puerta al entrar y que, al salir, no las encontraremos porque se las habrán llevado.

Con el final daremos término al prodigioso y cotidiano rito de echar el rato comiendo, charlando y divirtiéndonos con el juego.

Después será la hora de la partida. Nuestras congojas se habrán evaporado por obra y gracia de la amistad. Las cacerolas quedan rezumando tristeza y las sartenes vertiendo lágrimas de manteca.

Hasta pronto que, según lo acordado será el próximo último viernes.

Dado y creado en Villamediana de Iregua-La Rioja- al mediodía y en la víspera de la Navidad, es decir, en la Nochebuena del año 2004.

Texto y fotografías  de La Medusa Paca. Copyright ©

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